Capítulo 17: La caja de pandora de Saint Rose.

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El plan de Rhett consiste en esperar a que sea de noche para entrar a la habitación del señor Wyatt. Así nos ahorramos tener que encontrarnos con algún curioso a nuestro alrededor. Luego de obtener la llave, solo debo ir a los dormitorios femeninos y entrar en la habitación de Stella. Ambos esperaran a que vuelva para depositar la llave en su lugar.

—Olvidas algo —digo haciendo que me observe extrañado— ¿Cómo entraremos? No tenemos la llave.

—Tengo la llave de la habitación del señor Wyatt —responde bajando la mirada.

Ian y yo nos miramos de reojo.

—¿Por qué? —pregunta Ian.

Rhett suelta un suspiro.

—Es de mi madre —cuenta con una pequeña sonrisa— Ella es muy amiga del señor Wyatt. No le digan a nadie —eleva su dedo índice, apuntando a Ian.

—Hey, no dije nada sobre ustedes, mucho menos hablaré sobre la señora Kingston —replica Ian cruzándose de brazos.

Rhett solo asiente con la cabeza, claramente incomodo con que Ian haya mencionado lo que pasó entre nosotros. Cuando me giro para darle una mala mirada, lo encuentro viéndome con una pequeña mueca. Al parecer tampoco quiso decir eso.

—Como sea —Rhett rompe el silencio incomodo que se creó— Nos vemos en la noche. Aquí.

—Durante la cena porque luego los oficiales custodiaran la entrada de los dormitorios —propone Ian— Además, no quiero morir viniendo en la madrugada.

Rhett y yo aceptamos. Escuchamos a lo lejos, el sonido de la campana que indica el fin de las clases. Minutos después, escuchamos un montón de voces provenientes de los alumnos que salen felices por acabar el día. Cada uno vuelve por donde vino y vamos a nuestras respectivas clases por nuestras cosas. Espero no encontrarme con el profesor. No sabría que excusa inventarle y además creo que sería muy invasivo de su parte preguntarme porqué tarde tanto.

Para mi suerte, no hay rastros del profesor, ni de nadie que vaya a pedirme explicaciones. Solo Charlotte se encuentra en la clase, mirando por la ventana desde su lugar. No se percata de mi presencia. Carraspeo llamando su atención, obteniendo el mismo resultado que al acercarme.

—Charlotte —poso suavemente una mano sobre su hombro. Ella parece salir de un trance, parpadeando varias veces y viendo hacía todos lados— ¿Estás bien? —pregunto.

—Yo... estaba pensando —me cuenta bajando la mirada hacia sus manos, luego forma puños con ellas, volviendo a verme— Creo que me sumergí demasiado en mis pensamientos.

—Suele pasar —sonrío forzadamente. Charlotte continúa viendo sus manos— ¿Segura que estás bien?

—¿Quién lo está realmente? —pregunta en un susurro, pero soy capaz de escucharlo. Mi sonrisa decae un poco, extrañada por su comportamiento. Charlotte vuelve a verme— Es decir, aun no atrapan al asesino. Está merodeando por ahí y nosotros preocupados por un baile. Es tedioso.

Escuchar el desahogo de Charlotte hace que vuelva a sentirme mal por mi comportamiento. Ella debe ser la que más sufre con todo esto. Después de todo, su hermano y mejor amiga fueron asesinados aquí. Para mejorar las cosas, está embarazada y su novio, la engañó conmigo. Claro que no sabe esto último, pero el que no lo sepa no significa que no haya sucedido.

—Pero como sea, no importa que diga o haga Lia no dejará de planearlo. Sé que mantenerse ocupada es su forma de lidiar con el dolor, pero no por eso lo tolero —dice poniéndose de pie mientras junta sus cosas— ¿Has hablado con Rhett? —me pregunta más concentrada en sus lápices que en mi respuesta.

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