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Al terminar de relatar aquel día donde recibió el ultimátum del asesino, el celular de Heaven vuelve a sonar sobre su regazo. Estaba tan absorta en revivir los recuerdos de sus días en Saint Rose, que la notificación logra hacerla dar un pequeño salto.

— Lo lamento —se disculpa apenada mientras lee su nuevo mensaje.

Es mensaje de su madre.

¿Dónde estás? ¡Te estamos esperando!

Debajo del mensaje adjunta una foto de su madre y Crystal haciendo puchero. Esto logra sacarle una sonrisa a Heaven.

— ¿Por qué parte nos quedamos? —le pregunta distraída, bloqueando su celular.

— Acabas de contarme el mensaje donde te da un ultimátum —Heaven asiente, esperando la próxima pregunta— ¿Algo más sucedió luego? ¿Cuándo vino a sentarse contigo?

— Hablamos de cosas que no recuerdo porque no eran importantes. Fue una charla normal —contesta visualizando a esa persona frente a ella, aquella noche. Recuerda exactamente de que hablaron y que estaba cenando.

— Así que las dos semanas que siguieron, ¿Todo estaba normal? ¿No dio indicios de nada?

Heaven sonríe forzadamente.

— En absoluto —contesta— Todo estaba tan tranquilo que creí que había terminado...

En un acto de nerviosismo desliza una de sus manos sobre su falda, alisándola sin tener la necesidad de hacerlo. Al volver a levantar la mano, su palma está completamente manchada de un líquido rojo carmesí.

— Pero entonces, me di cuenta de que ni siquiera había comenzado —finaliza hipnotizada por el recuerdo. 

Holaaa :) 

Recuerden que estos relatos cortos son de lo que sucede en la actualidad. Todo lo que sucede en los capítulos son recuerdos de Heaven. 

Se viene lo bueno *inserte risa malvada*

EncuéntrameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora