Capítulo 6: Los zapatos de Crystal.

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Crystal en multimedia!

Siento una lagrima más deslizarse por mi mejilla. Me siento tan confundida y nerviosa. Mi vista se mantiene en el suelo, pensando ¿Cómo demonios Crystal pudo meterse en esto?

Al encontrar el cuerpo de Lucy Duncan, Rhett fue a avisarle a la directora Monroe, mientras que invente una excusa para poder venir a la habitación de Crystal. Cuando llegué, no estaba. Entonces pensé "Esto es una coincidencia. Pueden ser otras zapatillas", pero al buscarlas en su closet, no las encontré.

Escuché la ambulancia a lo lejos y entonces pensé, es en vano. No podrán hacer nada por ella. Lucy fue estrangulada con los cordones de esas zapatillas. Los cordones de ambas fueron atados para unirse y sean más largos. Ella iba a darme los expedientes de Zack y Tanner porque algo importante decían, pero Crystal llegó antes que yo.

No puedo exponer a Crystal. Se lo debo.

Escucho la puerta abrirse, pero aun así no volteo. Me mantengo inmóvil en la cama, frente al closet con todos sus zapatos tirados por doquier. Tal y como me mantuve por quince minutos, esperando por su regreso y una coartada.

—¿Heaven? —es lo primero que dice, confundida— Escuché lo que le pasó a Lucy. Es Terrible —continúa y se detiene— ¿Qué diablos sucedió con mis zapatos?

—¿También lo hiciste? —pregunto y trago en seco. Crystal no me responde. Entonces volteo lentamente— ¿También asesinaste a Zack? —insisto.

Crystal está parada a unos metros, vistiendo ropa deportiva y observándome seriamente. Mira a su alrededor, como si pensara que alguien más nos escucha y vuelve a verme.

—Tienes que calmarte, Heaven —me dice Crystal con lentitud.

—No, no puedo —le respondo negando con la cabeza— Debemos pensar en una coartada. Ya mismo.

—Heaven, siéntate —vuelve a decirme con voz calmada.

—Yo vine aquí en cuanto me enteré y te desperté —propongo asintiendo con la cabeza. Crystal posa sus manos en mis hombros y me mira fijamente— ¿Por qué lo hiciste? —le pregunto, tras segundos de silencio.

—Heaven, yo no asesiné a Zack, ni a Lucy —me dice lentamente y niego con la cabeza.

—Crystal, sabes que mentiré por ti de la misma forma que tú lo hiciste conmigo —le respondo con seguridad y sinceridad. Por más que no nos soportemos, siempre hemos estado cuando nos necesitamos— Sólo no deben enterarse de que son tus zapatillas.

Crystal frunce el ceño.

—¿Qué zapatillas? —pregunta manteniendo la calma.

—Las que tienen líneas... —miro por reflejo a sus pies y hago una pausa—... negras.

Crystal arquea una ceja, viéndome como si estuviera loca. Se aleja para buscar algo en la cocina. Me quedo parada junto a su cama, pensando en qué demonios acaba de suceder. ¿Esto fue una trampa?

—¿Entonces no fuiste tú? —pregunto, confundida.

Camino hasta la cocina. Crystal está de espaldas, llenando un vaso con agua. Me recuesto en el umbral de la puerta, viendo sus zapatillas. Ella voltea y me tiende el vaso con agua. No lo tomo, entonces tira de mi mano con suavidad y me obliga a sentarme en la silla que está frente a ella.

—Necesitas calmarte —me dice, colocando el vaso frente a mí— ¿Por qué creíste que asesinaría a alguien?

—Eran tus zapatillas —contesto tras beber un sorbo— Las reconocí de aquella vez que te vi fuera del instituto.

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