XXIV

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Capítulo dedicado a mi hermosa mariposa @-LauGuillen-


 La alegría inundó su pecho, provocando que los latidos de su corazón, ya acelerado, aumentaran el ritmo, otra vez, como si fuese una bomba a punto de estallar

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 La alegría inundó su pecho, provocando que los latidos de su corazón, ya acelerado, aumentaran el ritmo, otra vez, como si fuese una bomba a punto de estallar. Sonrió sobre su boca, disfrutando la sublime sensación de haber escuchado el «sí», emanado desde lo más profundo de su corazón, saliendo de sus labios rosados..., la felicidad lo condujo a irse por ellos, para besarla una vez más.

Cerró la distancia presionándose contra sus labios, con suavidad, volviéndose a poner de pie, mientras un acompasado baile lo unía a su cenicienta en versión porno. Sus manos atraparon sus caderas pegándola a su cuerpo, para iniciar un pausado recorrido por su espalda descubierta, deleitándose de erizar su tersa piel, en sincronía con sus labios, que seguían atrapando sus pétalos con pasión, cortándole la respiración, calentando su ser al juguetear con su cálida lengua.

Trémulo se apartó, repartiendo un montón de besos castos por sus mejillas, y sonrió al terminar con uno más en sus labios. Pasó las yemas de sus pulgares por sus mejillas, delicadamente, para secar las lágrimas caídas, y sonrió, producto de su sonrisa, completa, preciosa, y genuina.

—¿Podrías mirar nuevamente al cielo? —preguntó con infinita ternura.

Elle cerró sus ojos un instante, mientras asentía, para poder contener sus lágrimas de felicidad. Estaba nerviosa todavía, o quizá era tanta su dicha que le hacía temblar. Llenó sus pulmones de aire tomando una respiración profunda, para botarle luego, a la par de sus ojos que se abrían nuevamente con la mirada fija en el cielo, oscuro, pero con cientos de luceros brillando, que llevaban un nuevo mensaje, una declaración de amor...

«TE AMO, Y TE AMARÉ SIEMPRE, PRECIOSA»

Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas, no lo podía evitar, sentía que su pecho iba a estallar de amor por su príncipe en versión porno, por su encantadora sorpresa, y su hermosa expresión facial.

Volvió a darle un beso sobre su boca, sin poder dejar de sonreír.

—Yo también lo amo, señor Walker —Él le tomó la mano, y le dio un beso sobre su anillo —Te amaré siempre, y nada me hará más feliz que ser tu esposa, y por supuesto, tu cenicienta en versión porno.

Como imanes volvieron a acoplarse, en un beso parsimonioso, que expresaba lo que no se podía poner en palabras, porque no existía una definición exacta, solo lograba sentirse, con la boca..., con el cuerpo..., con el alma. Elle rodó sus palmas por todo su cuello hasta arropar su nuca, raspando sus uñas contra su cuero cabelludo, provocando que gruñese sobre sus pétalos.

A Elle también se le escapó un jadeo, al percibir las manos de su jefe sujetando sus muslos, bajo su vestido, para levantarla entre sus brazos, dejándolos a una misma altura que facilitaba aún más su fusión. Enrolló sus piernas alrededor de sus caderas, sin detener las caricias que se proporcionaban, sus besos corrían por su cuello, despacio, avivando su llama sin premura, pero consiguiéndolo con tan solo rozar sus labios contra su piel aterciopelada.

Por tus Zapatos Negros (PARTE II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora