– Por cierto he visto lo que has traído contigo, pero hablaremos de eso después –me vió como si fuera culpable de algo y se alejó unos pasos.
– ¿Qué? –fuí a su encuentro para saber a qué se refería, me sentía extraño y bastante desconcertado, ahora eran dos cosas que no entendía y me preocupaba.
Después de quedar mojado y con frío, tomé una larga ducha, me cambié y tomé un té de limón, esa sensación cálida al tomarlo y además de ser rico es lo que me gustaba.
Aproximadamente las 4 de la mañana escuché crujir afuera, las corrientes de aire se intensificaron y la temperatura descendía un poco, estaba medio despierto intentado taparme, me levanté a cerrar las ventanas, una brisa húmeda se introdujo y rozó mis dedos, salí de mi habitación, mis pantuflas evitaban que hiciera ruido porque mis pisadas eran fuertes para sostenerme, fui a la recamara de mis padres, abrí lentamente para no despertarlos, aún seguían sin llegar, posiblemente estarían ocupados hasta el amanecer, tenía una pequeña molestia en la garganta, fui por un vaso de agua y volví a la cama.
Horas después debía volver a la escuela, estaba indeciso porque me encontraba casi afónico y la molestia continuaba al intentar ingerir alimentos sólidos, incluso el agua fría, apenas y probé bocado, la mañana no me ayudaba, aquellas nubes se quedarían por mucho tiempo, no iba a despejar el cielo, tuve que salir con sudadera y bufanda, me irritaba el cuello, era incómodo.
Mi amigo pasó por mí, de inmediato se dió cuenta de lo que pasaba y evitó hacer comentarios todo el camino, cómo las primeras horas, solía escribir unas notas y dárselas para que me ayudara, algunos profesores pidieron que participara aunque apenas salía palabra era interrumpido por un sonido que me devolvía al silencio interno sin pasar por una tos que aumentaba la incomodidad.– ¿Has to da y? –me llevé las manos al cuello, sentí un ardor al haber intentado hablar, esperaba preguntar por Dany, aunque no logré pronunciar nada, tomé un pedazo de papel y un bolígrafo de mi mochila.
– No, según escuché estaba bajo suspensión por algo que hizo, aunque no me han pasado la información completa –estaba sentado mientras él recorría el salón.
La clase estaba suspendida y la mayoría había salido a cualquier parte, yo lo hubiera hecho pero estaba más cálido adentro, además avanzaba con una tarea de último momento. Estaba pensando en sí debía o no decirle lo que estaba pasando, solo que ni yo tenía idea concreta de que era lo que sucedía, no me podía apresurar a algo incierto, pero le diría una parte, para evitar gastar papel decidí cambiar a un mensaje, le escribí sobre una posibilidad con Dany y lo que yo iba a intentar que pasara, para finalizar puse que le explicaría cuando pasara lo de mi garganta.
– Esto va a estar bueno, pero ¿Crees que funcione? –se mostró confundido o preocupado, no lo recuerdo– Yo te apoyo y lo que sea que pase me cuentas, además sería tu primera relación, toda esta experiencia es nueva –parte de eso era cierto, parecía estar feliz por lo que le dije, sonreía y seguía recorriendo el aula.
No ví a Dany en la escuela en lo que restaba del día, fue tedioso no poder hablar, mi amigo se quedó conmigo todo el tiempo.
Al salir suponía que iba a estar esperando afuera como el día anterior, no me equivoqué, así que seguía sin poder asistir, me preguntaba cuánto tiempo más le habrían dado.– ¡Hola! –gritó a lo lejos, no podía responder así que solo le quedé viendo, mi amigo sonrió y se alejó un poco. Dany se acercó, llevaba una sudadera negra con bordes grises bastante ajustada, jeans gris y botas negras que le llegaban por encima de los tobillos, se acercó y me dió un abrazo, mientras que sacudió la mano para saludar a mi amigo–, ¿Tú eres?
– Soy su amigo –respondió mientras buscaba su teléfono–, mucho gusto.
– ¡Ah! ¿Y tu nombre es...? –saqué mi móvil y le respondí– Soy Dany, supongo que has escuchado de mí –me vió como si se suponía debía haberlo hecho.
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Aún conservo tu mirada
RandomLa vida te marca con recuerdos. ¿Qué harías para conservarlos contigo? ¿Coleccionar? Nunca deseches lo que algún día te hizo felíz, intenta preservar la esencia de los momentos a cómo dé lugar. Un jóven que hará lo que sea por mantener su recuerdo. ...