48.- La noticia

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– ¿Por qué se ha marchado tan deprisa? –volví a la habitación, él venía detrás– Yo creo que fue mi culpa, pero confirma –era obvio que es incómodo tener alguien desconocido escuchando–, tú debías ir a abrir –quería ir de vuelta a la cama, aunque ya faltaba unas horas para ir a revisar la casa, si me dormía no despertaría hasta el anochecer.

– No lo sé, de hecho no suele venir aquí –entró y fue directo a su armario, estaba en búsqueda de su ropa porque tomaría una ducha–, no creo que sea por tí –su voz sonó insegura, yo me acomodaba de nuevo para seguir acostado–, tú aceptaste ir un día cada uno –me lanzó una playera.

– Pero no sabía que casualmente el día que me corresponde estaría así y pues no hay ánimos –me saqué la playera de mi rostro desdoblando– ¿Te vas a bañar? –le dije devolviendo su prenda, asintió– Hoy es día para quedarse en casa sin hacer nada, ni siquiera eso –me cubrí un poco el rostro– Sobre Michell, ¿Pasó algo de lo que no me enteré?

– No, no pasó nada, solo una amistad que no conocías –me senté sin bajar la frazada más de mi cuello, le ví revisando todo dos veces, parecía indeciso–, tú también deberías tomar una ducha –me negué–, no podemos quedarnos, tenemos que ir –sacó dos prendas y me las mostró– ¿Cuál será mejor? –me reí.

– Nadie te verá los calzones, ponte el que quieras –bajó uno y el otro lo devolvió–, ¿Para que tanta preocupación? –se supone que yo sería el que estuviera angustiado, era de las últimas opciones cerca o tendría que irme un poco más retirado. Me arrojó su opción– ¡Hey!, Déjalos ahí contigo –llegó un poco más arriba de mis tobillos.

– ¿Qué?, Están limpios –seguía riendo por lo que decía, sacó una sudadera blanca y lo dejó en el suelo, le dije que me gustaba–¡Ten, úsala! –me lo arrojó– pero solo si te bañas –yo seguía viendo qué hacía–, no estoy preocupado aunque si vives cerca será más fácil visitarte, porque estoy seguro de que no vendrías si el día está igual que hoy –asentí, tenía mucha razón y era probable que el clima siguiera así, volvió a arrojarme más ropa.

– No importa que esté limpio, pronto ya no –se rió también–, si quieres te hago una sesión de fotos –le dije bromeando también le devolví su ropa interior, se acercó a la cama, ya tenía todo allí–, no es justo, pero está bien, algún día la usaré –me quedé con la sudadera mientras él tomaba todo lo demás– ¿Puedes ir tú solo?, Realmente no quiero salir –me ignoró y entró al cuarto de baño.

Me acosté y cerré los ojos para descansar mientras se duchaba, logré escuchar el ruido del chorro agua, después me cubrí por completo.
Después de eso, me he levantado y estoy solo, no hay más ruido de agua cayendo, me levanto lentamente frotando mis ojos, reviso la hora en mi teléfono, me dormí por varias horas, me he perdido de ir a revisar la casa, me niego a tomar una ducha y bajo envuelto con la frazada, casi tropiezo en los últimos escalones, mi amigo no está, voy directo al sofá, enciendo la televisión y lo primero que aparece son comerciales, lo dejo esperando para ver que hay e ir a comer un poco.
Regresé con pan tostado y un vaso jugo, ví que la programación fue interrumpida por cortés informativos, le apagué para revisar mejor mi teléfono, entré a facebook mientras tenía el pan tostado en mano, dí una mordida y me detuve a ver que había muchos posteos similares, deslicé para revisar, la mayoría decía lo mismo, alguien había muerto, dejé todo a un lado, revisé un post más confiable, mencionaba que aún no se tenía detalles de lo ocurrido, abajo había una nota que lo estarían transmitiendo en la televisión, apenas habían pasado unos minutos, encendí la televisión nuevamente, ya estaba por terminar, logré ver qué era un docente de la escuela y después solo cambió a comerciales sin más información, me preguntaba qué habría pasado, lo apagué y ese momento escuché que alguien había entrado, seguí comiendo.

Aún conservo tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora