Tuve que esperar a que me diera la mochila y poco después me fuí, pasé el resto de la tarde revisando mi teléfono hasta dormir, la calidez de la noche me incomodó un poco el sueño.
Coloqué la mochila sobre mi hombro después de una mañana sin novedades, de las primeras cosas que hice fue revisar para saber si ya me habían enviado los documentos, así los entregaría hoy, no hubo nada.
Pasé por mi amigo para irnos juntos, apenas logramos llegar a tiempo, estuve revisando mi horario anoche y no logro recordar qué clases tenemos, esperé a que él me llevara, una ventaja de tener el mismo horario, al entrar a la clase vimos a Michell y con suerte dos asientos vacíos cerca, me senté delante de Michell y mi amigo a un costado, traté de tomar apuntes aunque no sé entendía mucho de lo que decía, solo dejé todo y no escribí nada. Veía que todos estaban igual, Michell solía anotar algo.– ¿Siempre es así? –me dirigí hacia mi amigo, solo asintió y se volvió a reclinar, ví a Michell sonreír.
Traté de mantener la atención hasta finalizar la clase, para cuando finalizó apenas estaba entendiendo el tema, mencionó algo sobre una evaluación aunque no pudo explicar porque todos salieron en cuanto inició la otra clase.
– Ya te vas a acostumbrar –le escuché decir a Michell antes de tomar el pasillo contrario.
Al parecer no eran clases continúas para estar en el mismo aula, las siguientes no fueron nada diferente, me aburría cada vez más.
Por fin podíamos vernos de nuevo con Michell, era hora del almuerzo, nos sentamos en la misma mesa y comimos algo.– Estás clases fueron de lo más aburridas –las tres habían parecido una eternidad, incluso traté de poner atención y estuve a nada de quedar dormido, me pareció ver a alguien al fondo que sí lo hizo, los profesores no notaron nada.
– Sí, casi me duermo –respondió mi amigo con desánimo, parecía que no pudo conciliar el sueño toda la noche.
– Así es siempre, te lo vuelvo a repetir, puede que te acostumbres –dió un bocado– o no, pero te diré lo mismo que le dije a él –señaló a mi amigo con el tenedor–, en cualquier clase que tengamos igual no te preocupes, yo te puedo pasar los apuntes –esbozó una sonrisa.
– Gracias, eres muy amable –le sonreí devuelta–, tal vez solo por ser mi primer día, aunque quisiera que fuera el último, ¿Cuándo inician las vacaciones? –tan solo a pocas horas de iniciar ya no quería saber más, tener que esperar hasta que ese día llegue y se pueda descansar de la escuela, lo más cercano que tengo es el fin de semana, pero también la posibilidad de que dejaran tareas para esos días.
– Pues aún no han dicho nada, porque el cambio también tuvo algunas modificaciones en las fechas, pero recién iniciamos así que por el momento no habrá –respondió Michell mientras intentaba levantar a mi amigo.
– No deberías estar preguntando por eso –me dijo él, se veía somnoliento, similar a cuando estaba con insomnio, pero en menor medida–, a tí te pueden adelantar las vacaciones, así que no tienes de que preocuparte si es lo que quieres –tenía razón, aún no era oficial mi ingreso y ya estaba buscando salir, me hizo revisar mi teléfono, para verificar si ya había llegado el correo.
– ¿Por qué lo dices?, Dime, yo también quiero tener vacaciones antes –nos vió a ambos, guardó su lonchera y volvió a repetir.
– No es eso, sino que aún no soy alumno de aquí, podría decirse que estoy en espera pero con el beneficio parcial de permanecer –lo quería hacer sonar mejor, pero creo que le he confundido.
– Aún no está inscrito oficialmente, porque le falta entregar sus documentos –remarcó mi amigo, se notaba estresado–, así que si que puede dejar de venir cuando quiera y no tendría ningún problema –sonó apático, entiendo su actitud porque no dormir causa mal humor, así que no le dije nada al respecto.
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Aún conservo tu mirada
RandomLa vida te marca con recuerdos. ¿Qué harías para conservarlos contigo? ¿Coleccionar? Nunca deseches lo que algún día te hizo felíz, intenta preservar la esencia de los momentos a cómo dé lugar. Un jóven que hará lo que sea por mantener su recuerdo. ...