Dejaría todo... [Erick Brian Colón]

• CAPÍTULO 20 •

Olivia

Doy una última mirada a la habitación, está desocupada casi por completo sino fuera por las camas y muebles que se quedarán aquí. Reviso mi lista una vez más, es la sétima vez que la leo pero quiero asegurarme de no dejar absolutamente nada, espero no olvidar nada ya que no creo que regresemos en un futuro cercano.

Bajo por las escaleras encontrándome con mis niños dormitando en el sofá, mientras la pareja termina de tomar desayuno. Yo por mi parte, ya desayuné hace una hora aproximadamente, simplemente por ansiedad, ya que no podía dormir más y decidí levantarme mucho más temprano a que sonara mi alarma.

Me siento junto a mis angelitos y los veo dormir, ok eso sonó muy creepy pero se ven muy adorables cuando duermen. Veo mi celular y mamá me ha escrito preguntando sobre a qué hora llegaríamos, a lo que le respondo que el avión aterrizará más menos como a las seis de la tarde.

Media hora más tarde, subimos al carro del moreno con dirección al aeropuerto. El ambiente de siente triste y melancólico, así que aprovecho y pongo música alegre para subir los ánimos.

Me paseo por mi lista de spotify buscando canciones alegres que podríamos escuchar, conecto mi celular a los parlantes del auto y dejo a one direction cantando kiss you. Con un poco más de ánimos, veo a mis amigos tararear la canción al son de los chicos británicos e irlandés.

Para ya la tercera canción todos vamos mucho más animados y cantando. Nuestro viaje se hace más ameno y divertido, mis niños van riendo por lo desafinado que canta la pelirroja mientras el chico hace voces graciosas en relación a la música.

Casi no nos damos cuenta cuando llegamos al estacionamiento del aeropuerto, el chico estaciona cerca de la entrada y nos bajamos del auto con nuestras maletas y mochilas. Caminamos por el gran aeropuerto en busca de la zona de embarques para viajes internacionales.

Entregamos nuestras maletas y silenciosamente caminamos hasta subir al avión, al momento de la despedida, trato de permanecer fuerte y no llorar, veo a mis pequeños abrazar a mis amigos quienes se han autodenominado sus "tíos". En lo personal, odio las despedidas pero con el pasar de los años y la relación que mantuve con él, me vi obligada a despedirme constantemente del chico de ojos verdes cada vez que empezaba una gira o tenían que hacer promos. Abrazo a la pareja, siento como corren las lágrimas por el rostro de la pelirroja y la consuelo. Antes de irme, les hago prometer que deben ir a visitarnos pronto y además mantener el contacto como sea, da igual si son llamadas, fotos, o simples mensajes, lo importante es mantenernos unidos. Ellos también me hacen prometer que debemos volver para la temporada de invierno, así que no me queda más que aceptar, debo añadir que amo el invierno aquí en Inglaterra, nieve y lluvias constantemente, es el puto paraíso.

Con una fuera extraordinaria permanezco fuerte y sin derramar una sola lágrima, con las maletas a mano caminamos por el largo pasillo que nos separa del avión. Registramos las maletas y subimos al avión que nos llevaría de vuelta a casa.

Buscamos nuestros asientos por el estrecho pasillo hasta dar con la fila correspondiente, para evitar peleas entre mis pequeños, decido que lo mejor es que me siente en el medio de ellos, Louis sentado al lado de la ventana y Leah en el lado del pasillo. La azafata comienza a dar las indicaciones sobre que debemos de abrochar nuestros cinturones, me abrocho el mío y veo que mis niños me imitan. La chica nos da indicaciones sobre qué hacer frente a una emergencia, mientras por las pantallas de cada uno se transmiten imágenes de lo que ella menciona, a mi lado siento temblar a mi pequeña, probablemente tiene miedo por lo que la acerco a mí y prontamente se acomoda en mi brazo.

Terminadas de dar las instrucciones el avión arranca sin más espera, a mi otro lado Lou se acurruca en mi hombro y se queda dormido al igual que su hermana. Yo por otro lado, no dejo de pensar en mi encuentro con el chico de ojos verdes, jamás se me cruzó por la mente encontrarme con aquel chico en un bar de Inglaterra pero ahora viéndolo en perspectiva, no fue tan malo a cómo lo creí. Me asusta cómo pueda reaccionar al enterarse de toda la verdad pero creo que es algo que sucedería eventualmente, él por su lado, si bien se sorprendió al verme en aquel bar, no reaccionó mal, simplemente fue como viajar en el tiempo y llegar a la época en la que estábamos en un limbo donde sabíamos que nos gustamos pero ninguno se atrevía a dar el primer paso. Opto por desechar cualquier pensamiento y me decido a dormir.