Dejaría todo... [Erick Brian Colón]

• CAPÍTULO 42 •

Olivia

Después de la vídeo llamada con Matt, Erick nos invitó a almorzar unas hamburguesas que pidió por teléfono. Obviamente fui incapaz de rechazar su oferta y menos cuando se trata sobre las famosas hamburguesas de Benny.

Sabía que por más que intentara retardar la conversación, en algún  momento debería de explicarles todo lo ocurrido. Pero eso no quita que me sienta asustada por las quejas que recibiré por ello, sé que perfectamente pude quedarme aquí, pero no era lo que yo quería, ser una carga jamás ha entrado en mis planes, me gusta ser independiente y poder hacerme cargo de mí y lo que necesito, además, mi miedo por los de la industria tampoco era de ayuda, sobre todo porque podían tomar graves medidas por el embarazo y no era una buena opción.

Llaman al timbre y probablemente sea el repartidor con lo que sería nuestro almuerzo. El hambre se hace presente gracias al delicioso aroma que expelen las hamburguesas, así que entre todos llevamos los platos y servicios a la mesa para comer prontamente.

Nos sentamos alrededor de la mesa y el chico nos entrega nuestras respectivas hamburguesas a cada uno. Por unos minutos el ambiente no es nada más que silencio, cada uno disfruta de su hamburguesa silenciosamente. Mientras como las papas fritas de acompañamiento pienso en cómo abordaré el tema, aunque quizá debería simplemente decírselos. Lo peor ya ha pasado.

Aclaro mi garganta como forma de llamar la atención de los chicos y resulta de manera satisfactoria. Cinco pares de ojos me miran esperando por lo que sea que vaya a decir, me acobardo un poco pero aun así les relato todo lo ocurrido.

Comienzo dándoles un breve contexto de la historia, les recuerdo una de sus giras por Europa y mi reciente pasantía, lo mal que comencé a sentirme unas semanas más tarde después de la sorpresa de Erick y finalizo mi relato con mi ida al doctor donde los exámenes  indicaron mi reciente embarazo.

El intercambio que me ofrecieron semanas antes de que todo aquello pasara, pareció una buena opción para desaparecer durante el embarazo e incluso me ayudaba a mejorar mi historial académico.

Lo que no consideré fue que la universidad me ofreciera terminar mi carrera con un magister y además un empleo en la biblioteca, dándome la posibilidad de poder mantenerme económicamente.

No les menciono muchos detalles del embarazo porque dudo que les interese saber que tenía antojos de comer palomitas con mantequilla a las dos de la mañana o lo dolorosas que fueron las horas previas al parto. Lo que sí  les menciono son algunas de las travesuras que han hecho ambos en sus primeros años de vida y les enseño algunos de aquellos videos que Mike se encargó de grabar para el recuerdo.

Obviamente quieren conocer a mis pequeños que en este momento están en la escuela, pero les prometo que pronto podrán conocerlos o incluso podría traerlos después de la escuela.

Ellos se encargan de ponerme al día con las últimas novedades, la grandiosa gira que tuvieron hace unos meses, los nuevos proyectos y las futuras canciones que están en el horno. Mi alarma interrumpe la conversación y me avisa que ya es hora de salida de la escuela de mis pequeños y hoy como me tomé el día libre, es mi turno de ir a buscarlos.

Busco mi abrigo y mi bolsa con mis documentos para irme en camino a la escuela.

–Debo irme a buscar a los chicos, pero gracias por el almuerzo y nos vemos pronto. –me despido de todos con un beso en la mejilla.

Me dirijo a la puerta pero alguien se interpone en mi salida.

– ¿Necesitas que te lleve?

–No, gracias. Iré en autobús. –le respondo con prisa.

–Okey, pregunté mal. –se corrige el chico frente a mí. – ¿quieres que te lleve?