Dejaría todo... [Erick Brian Colón]

• CAPÍTULO 5 •

Olivia

Un poco más calmada les cuento la situación y mi decisión de ir a verla, obviamente me apoyan e inclusive, me insistieron en que comprara boletos para ir ya mismo.

Por suerte, he ahorrado lo suficiente durante los últimos meses, lo que me permite pagar los boletos para irme a Miami. Emi dice que puede ayudarme e irse con nosotros, ya que su boleto no tiene fecha de retorno, sólo debe hablar con la administración y listo. Le agradezco mucho su ayuda y accedo a que me coopere con mis hijos, ya que es la primera vez que viajarían en avión.

Mike se despide de mis pequeños y me promete avisarle él al jefe de mi emergencia, aunque de todas maneras le llamaré mañana. Louis se pone triste porque mi amigo se va y le hace prometer visitarlo pronto. Entre ambas de mis amigas preparan un bolso con algunas de las pertenencias de mis bebés mientras yo preparo otro bolso con mis pertenencias.

Con los bolsos listos, abro mi computadora y entro en la página para comprar los boletos. El vuelo más pronto posible es para mañana a medio día, compro los tres boletos y Emi llama a servicio al cliente y logra que le den el boleto para irse con nosotros. Por lo tarde que es, decidimos irnos a dormir, ya que el viaje hasta el aeropuerto será largo.

Le doy un baño a los bebés y les pongo sus pijamas, y los llevo a sus cunas. Minutos más tarde, ambos bebés están durmiendo así que, por fin es mi turno de bañarme, corro a la ducha y dejo correr el agua por mi cuerpo. La llamada de mamá me preocupó, la abuela Diana siempre ha estado siempre para mí y me dolería mucho que le pasara algo y yo no estar ahí para ella.

Me seco con la toalla para luego vestirme con mi pijama e ir a dormir, mi amiga me estaba esperando y me cede la cama de arriba pero prefiero dormir en la de abajo. Me acuesto en la cama pero no me puedo dormir.

Emi: ¿sin poder dormir?

Oli: si, me siento tan culpable... sí le llegara a pasar algo y saber que estos son sus últimos días... no me lo perdonaría.– digo entre sollozos.

Emi: ay pero cariño, ella estará bien, sabes que sí.– me consuela.

Oli: lo sé, pero el sólo pensar en que me aleje de ellos...

Emi: no tienes la culpa Vía, era tu mejor opción y no podías hacer nada. Además mañana iremos a verla y presentarle a tus preciosos pequeños, ya verás que se mejorará y todo estará bien.

Quise creerle a las palabras de consuelo de mi amiga, aunque sé que ella tampoco estaba muy segura de lo que decía, lo único que nos quedaba ahora era esperar y rezar a que no fuera nada demasiado grave y la abu Diana logre recuperarse.

Minutos más tarde en los que mi cabeza batalló en dormirse, por fin logro dormirme y descansar por unas horas.

Seis de la madrugada, la alarma suena indicando que debemos levantarnos pronto y comer para nuestro viaje de vuelta a casa, Miami. Una energizada Emi me obliga a levantarme rápido y correr a la ducha.

Dejo que el agua caliente me despierte y me dé fuerza y ánimos para afrontar este largo día. Salgo de la ducha y voy a la habitación a escoger algo para vestirme. Termino vistiendo unos jeans con mis vans  junto con una blusa ancha con estampado de gatitos, escogida por Leah.