• CAPÍTULO 33 •

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Olivia

Tengo muchos nervios pero trato de calmarlos porque no quiero asustar más a los mellizos. No son muy fanáticos de los hospitales así que no están muy contentos con venir, pero accedieron sólo porque les prometí un gran helado como premio si se portan bien.

Cruzamos las puertas automáticas y le doy un recorrido al lugar con la mirada, no logro ver al chico de ojos verdes por ningún lado, quizá llegamos más temprano de lo acordado. Reviso la hora en mi celular mientras avanzamos hasta la recepción, hemos llegado justo a tiempo, le doy los datos de los niños a la señora del mostrados que nos avisa que pronto serán llamados.

Nos sentamos en un sofá bastante alejado de la zona de espera y me carcomen los nervios, por suerte, Lucas se ofreció a acompañarme y él toma mi mano y le da un fuerte apretón, con el que me da a entender que está aquí para mí y no nos dejará solos.

Al parecer estamos en la zona para niños porque frente a nosotros hay una pequeña mesa con sillas de similar tamaño, encima de la mesa hay unos crayones y miles de hojas en blanco, algunas que dibujos para colorear. Mis pequeños alucinados con los crayones y papeles, corren y se sientan en unas de las sillas y se ponen a colorear y dibujar mientras nosotros los observamos a unos metros de distancia.

Tenemos una gran vista de la sala de espera, es una buena ubicación. Se ve salir a alguien con gorra y lentes oscuros de la zona de muestra y camina en nuestra dirección. Es él.

Camina a paso confiado hasta nosotros pero tiene una mueca de dolor, quizá le dolió. Espero que el examen no sea doloroso para mis pequeños, pero no estoy segura. Según lo que investigué hay distintas formas de tomar una muestra de ADN, puede ser con muestra de sangre, con saliva e incluso con algún mechón de pelo. El chico se acerca a nosotros y se quita los lentes, efectivamente es él.

Me levanto del asiento y él me saluda con un beso en la mejilla, mi hermano lo ve con los ojos entrecerrados pero aún así se levanta y le da un apretón de manos. Los mellizos al ver acercarse al extraño, caminan temerosos hasta llegar a mi lado.

Lou: mami... ¿quién es él?- toma mi mano y apunta al chico de ojos verdes con desconfianza.

Oli: mmm... cariño, él... es...

Leah: ¿papá?- me interrumpe mi pequeña.- ¡papá!

Mi hija se acerca a él para tratar de abrazarlo y levanta sus bracitos para que él la tome en sus brazos, pero la mira aterrorizado sin comprenderla. Me apresuro antes de volver esto en una situación complicada y tomo con mi mano libre la manito de Leah.

Oli: pequeños.- me agacho para quedar a la altura de los niños.- él no es su papá, o al menos aún no.- les explico en un susurro.

Leah: pero la tía Dani...

Louis: dijo que si era él.- termina la frase de su hermana.– ¡nos mostró fotos!

Oli: lo sé, pero ella estaba equivocada ¿ok?- trato de no ser dura con mis palabras pero es obvio que están decepcionados.- ahora necesito que se porten super bien con el doctor y les daré lo que prometimos ¿está claro?

Ambos me responden que sí y con una sonrisa se vuelven a sentar en sus respectivos lugares en la mesita de juegos para seguir con sus dibujos. El chico se sienta en la silla continua a la mía y me comenta que él ya se hizo el examen, llegó más temprano porque no ha estado muy bien de salud y le tuvieron que sacar sangre para hacer unos análisis y descartar algo más grave.

Erick: no te preocupes.- me tranquiliza.- ni siquiera les dolerá, toman el hisopo y lo untan con un poco de tu saliva de tus mejillas, lo hacen dos veces y lo guardan dentro de una bolsa con tu nombre.

Dejaría todo... [Erick Brian Colón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora