Dejaría todo... [Erick Brian Colón]

• CAPÍTULO 31•

Erick

Me levanto temprano, al igual que los días anteriores ya que debemos de ir al estudio. Me desnudo y entro a la ducha, dejo que el agua caliente me despierte y jabono mi cuerpo. Minutos más tarde, salgo del baño con la toalla enrollada en mi cadera y mi cabello goteando.

Me paseo por la habitación en busca de ropa limpia, reviso los cajones y no hay nada, nada de ropa. Joel probablemente echó a lavar todo lo de las maletas. No me queda mas opción que usar los jeans de ayer y una camiseta blanca, que suelo usar muy poco, me calzo las zapatillas y un hoddie rojo para abrigarme de la fría mañana. Agrego un poco de perfume y seco mi cabello, al estar recién lavado unos rizos se me escapan y caen sobre mi frente. Debo hablar con nuestra estilista para que corte un poco mi cabello.

Voy a la cocina y me encuentro con mi compañero de piso preparando unos huevos revueltos. Menos mal que él se encarga de todo lo que conlleve la cocina porque personalmente soy un completo desastre cocinando.

Tomo un poco de la leche en caja del refrigerador y la sirvo en dos vasos, uno para mí y el otro para Joel. Nos sentamos en la barra y desayunamos en silencio. Cada uno en su celular. Aprovecho de responder algunos mensajes que me envió Elise preguntando por mi día, le comento que estaré todo el día encerrado en el estudio así que es probable que no podamos hablar mucho pero que intentaré responderle lo más pronto que pueda.

Como mi amigo cocino el desayuno, me toca lavar los trastes así que apenas terminamos de comer, lo meto todo al lavaplatos y comienzo a fregar. Por suerte, hace un tiempo mi mamá me enseñó unas de sus técnicas de limpieza para no demorar demasiado y limpiar eficientemente.

En no más de cinco minutos está todo lavado y guardado en su respectivo lugar, voy a baño de mi habitación, lavo mis dientes y ya estoy listo. Guardo las llaves y mi celular en mi bolsillo del polerón y junto a Joel bajamos hasta el estacionamiento para irnos al estudio de grabación.

Al llegar saludamos a todos y nos adentramos en la sala de grabación, uno de los productores quería ver que tal resultaba si modificábamos unas voces y nos pusimos a trabajar en ello.

Pasamos toda la mañana y gran parte de la tarde allí dentro, grabando voces, probando melodías y cambiando algunas letras por otras. El único momento en que no estuvimos tocando instrumentos, fue para comer algo y ya, Clara fue a comprar comida y volvió con una gran cantidad de bolsas de cartón con un aroma delicioso, nos entregó a todos los presentes una de las bolsas que contenían la comida, las deviramos y volvimos a trabajar. Pero cuando el reloj marca las seis de la tarde me despido de todos y abandono el estudio para reunirme con Emi.

Por alguna razón me citó en la cafetería cerca de la universidad, así que subí a mi auto y emprendí camino hasta aquella cafetería. Nos separan tan sólo un par de kilómetros así que no debo irme tan rápido ya que voy con tiempo.

Llegué con tiempo de sobra así que me decidí por esperarla dentro del local de comida, mientras pedía algo para calmar mi hambre. La mesera tomó mi orden y se alejó, me dispuse a jugar con mi celular a la espera de la chica.

Me paso dos niveles de candy crush con puntaje máximo y me mentalizo para lograr una racha de tres ganadas seguidas cuando alguien se aclara la garganta frente a mí. Por un momento creí que sería la camarera con mi pedido pero me quedo completamente helado al verla a ella frente a mí.

Oli: hola.– me saluda tímida.– ¿puedo sentarme?

Tontamente asiento y veo como se acomoda frente a mí. Pareciera que me comió la lengua el ratón, estoy enmudecido solo por verla frente a mí y esto tiene pinta de no ser un accidente como la última vez.