• CAPÍTULO 34 •

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Erick

Lunes por la mañana, me levanto apenas suena la alarma. Es mi día libre pero tengo que hacerme unos exámenes de salud ya que últimamente no me he sentido muy bien, además de ir a comprar algo de comida ya que es mi turno de ir a comprar debido a que se está acabando lo poco que compró mi compañero.

Me doy una ducha rápida y me visto bastante simple, unos jeans cualquiera, zapatillas negras, una camiseta blanca con diseño de super héroes y una chamarra de jeans. Preparo un café y unas tostadas, trato de ser silencio porque Joel esta durmiendo en su habitación y no puedo despertarlo. Pero como siempre la suerte no está de mi lado, se me queman las tostadas y dejo toda la cocina llena de humo. Como es obvio, el aroma a quemado despierta a mi roomie, quien asustado corre a la cocina a arreglar mi desastre. Abrimos las ventanas para evitar que se active el detector de huma y nos deje empapados, al menos esta vez no ocurrió, gracias al Altísimo.

Joel al ver el gran desastre que ocasioné en la cocina solo por unas tostadas, me obliga a no acercarme al tostador nunca más y no me queda de otra más que aceptarlo. Finalmente desayuno un simple yogurt con cereales y me voy pronto hasta el super mercado.

Subo al auto y voy a ubicación que me indica el GPS del auto, estaciono en el aparcamiento designado para clientes y me bajo del auto activando el seguro. Cubro un poco mi rostro con unos lentes de sol y una gorra, disfraz perfecto para pasar desapercibido. Tomo un carrito y me paseo por los pasillos en busca de lo que usualmente compramos, cereales, galletas, yogurts, fideos, sobre de salsa, entre otros.

Pago todo lo que he comprado y llevo las bolsas al auto. Luego voy a algún local de comida rápida y compro algo para mi almuerzo, con unas hamburguesas y papas fritas me basta y voy a casa. Al llegar, dejo todas las comprar en su respectivo lugar en la alacena, Joel no se encuentra en casa, imagino que fue a visitar a su novia, por lo que tengo la casa solo para mí.

Me deleito con las hamburguesas sentado en el sofá poniéndome al día en mi serie, si Joel me viera, probablemente le daría un ataque de nervios porque tengo toda la comida desparramada sobre la mesa de centro.

Me como todo más rápido de lo que me gustaría admitir y prontamente me veo obligado a ordenar y lavar todo lo que ocupé. Cepillo mis dientes y me hecho un poco de perfume, tomó los lentes de sol, la gorra y las llaves del auto para irme al hospital.

Tardo un poco en dar con la ubicación correcta pero finalmente lo logro y llego justo a tiempo. Estaciono el auto en el aparcadero para visitantes del hospital y bajo del auto activando el seguro. Cubro un poco mi rostro con unos lentes de sol y una gorra, disfraz perfecto para pasar desapercibido. Cruzo las puertas automáticas y converso con la señorita de recepción, me indica que en minutos seré llamado.

Un enfermero sale a buscarme gritando mi nombre a los cuatro vientos, a la mierda el disfraz para camuflarme. Me levanto y lo sigo a dentro de la consulta, toma mis datos y toma mi presión, además de preguntarme por mi edad y algunos otros datos personales. El chico abandona la habitación y debo esperar a que llegue el doctor, quien aparece solo unos minutos más tarde.

El hombre con la bata me saluda alegre y me contagia su energía, me hace nuevamente una revisión pero esta vez se fija más en los latidos de mi corazón, últimamente no he estado muy bien de salud, dolores en el pecho, un poco de tos e incluso han llegado a temblarme las manos. Cuando le conté a mamá sobre ello, casi me tira de las orejas y me obligó a tomar una hora con el médico para descartar cualquier cosa más grave. Y aquí estamos.

Diez minutos más tarde, entre revisiones y chequeos, el doctor anota que será necesario tomar una muestra de sangre y hacerme un electro escáner para revisar el tema del dolor de pecho y descartar cualquier enfermedad relacionada con el corazón. Inmediatamente me trasladan a la zona de exámenes y me sacan sangre, por suerte, según lo que me explicó el médico no necesitaba que fuera en ayuna la toma de sangre así que lo mejor es hacerlo ya mismo.

Dejaría todo... [Erick Brian Colón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora