Capítulo 40

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Lapis

Bills y Wiss llegaron, Marcarita parcece molesta porque llegan a invadir sus planes de tortura.

—Marcatita, ¿qué es esto? —empezaron las preguntas. Bills es quien hace las preguntas.

—Nada que les afecte a ustedes dos. Solo es un artefacto que salva a los que lo usan —responde Marcarita con sinismo.

—¿De qué los salva?

—De los fantasmas, claro.

—Ya veo. ¿Y con permiso de quien vienes tú a salvar a los de este universo?

—Es de mi parte, no necesito pedir permiso a nadie.

Marcarita sabe responder a la defensiva, tiene talento para hablar también.

—Marcarita, no puedes estar aquí —dice Bills.

—Claro que puedo, no hay leyes que prohiban viajar a otros universos —Habla con seguridad y confianza.

Bills y Wiss se miran por unos segundos mientras analizan la situación.

—Todo sea mientras viajes en compañía de tu dios destructor —Marcarita hace una mueca de disgusto.

—Yo llegué a la tierra con Vermoud, estoy completamente legal.

—¿Y dónde está él? —pregunta Bills.

—Vermoud ya murió gracias a nuestro amigo Lapis —me miran, que incomodo momento sudo de los nervios.

—Pareciera que te alegra que se haya muerto —adivina Bills.

—Por supuesto, ya me había cansado de él. Lo traje a la tierra porque sabía que habían guerreros fuertes capaces de matarlo.

¿Está diciendo que su plan siempre fue que mataran a Vermoud? Pero él fue quien se metió con nosotros.

—¿Tú querías que lo mataran? —dice Bills aterrado por lo macabro de la confesión de Marcarita—. ¿Por eso hiciste que le lanzara hakai a Trunks? Para que fueran a matarlo.

Marcarita se carcajea frente a todos.

—Ni siquiera tuve que hacerlo, todos creyeron que fue él tan solo con decirlo. Lo creían todo. ¿Quién quiere matar a Lapis? Vermoud. ¿Quién secuestró a Trunks? Vermoud. ¿Quién lanzó el hakai en la fiesta? Vermoud.

Matamos al equivocado.

—¿Qué? —interrumpo por primera vez—. ¿Entonces Vermoud era inocente?

—Lapis, claro que no, él realmente fue un ser malvado —dice Marcarita.

—Pero nunca nos quiso hacer daño a nosotros —entiendo todo.

—Claro que quería, era un destructor todo lo que quería era lastimar a todo el universo —Narra Marcarita con vehemencia—. Aterrorizaba a todos en el universo once, destruía planetas enteros con sus habitantes por capricho. No le importaban los inocentes que no tenían culpa de nada.

—Ese es el trabajo de un dios destructor —Bills da su punto de vista.

—Pues a mí no me parece digno de llamarse dios un ser así —enfrenta a Bills—. No me enorgullece, me cansé de sus maldades. Empecé a planear como acabar con él sin romper las reglas.

》No podía matarlo con mi propia mano o me pondrían a dormir para siempre. Entonces busqué un guerrero que pudiera matarlo —continúa Marcarita—. Pensé en Goku, pero le falta odio para matar a alguien.

Mira a Goku y asiente en que le faltaría odio.

—De hecho ninguno de estos guerreros podría matar a nadie sin motivos —dice Marcarita y nos mira con desprecio—. Y por eso empezamos a darles motivos.

En ningún lugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora