《El peor infierno lo puede provocar un ángel》
Lapis y Trunks están siendo acosados por un ángel.
¿El problema? Que está loca y los quiere matar.
¿Lo peor? Los puede rastrear en cualquier parte de la tierra.
Y ahora no están a salvo en ningún lugar.
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Trunks
Desde la ventana de mi casa vi a Lapis salir. Y junto a él iba Marcarita, nuestra enemiga, y no parecía ir obligado. Al rato siguiente desaparicieron de mi vista.
Salgo para ver si todavía los encuentro, pero es en vano.
Me quiero ir de las casas, tengo que ir a ver a Mai y saber que está bien.
En la salida me encuentro con la amiga de Lapis.
—¿Trunks? Hola, que bueno volver a verte —saluda, lleva una maleta grande con ella.
—Hola, Caulifla. Lo mismo digo.
—¿Sabes si Lapis está en su casa?
—No, justo lo acabo de ver salir.
—Bueno, tendré que regresar más tarde.
—¿Cómo pueden salir del trabajo cuando quieran?
—Ya no tenemos trabajo —confiesa.
—¿Por qué? ¿Qué sucedió?
—Lapis salió anoche... —hace una pausa—. Y se robaron al mino-tauro.
—¿Se salió en horas de trabajo para ir a buscarme?
—Sí, aunque tú ya sabes lo que pasó.
—No lo sabía, y es por eso que está enojado conmigo.
—Dale tiempo, ya se le pasará.
—No, no merezco que desquite su furia conmigo, yo no le dije sal de tu trabajo y ven a buscarme, él creyó en las mentiras de Vermoud. Y no tengo la culpa de no haberle avisado que estaría en casa de Mai, porque yo pensé que él estaba muerto, pero ya veo que no, seguramente se habrá reído de mi dolor con su amiga Marcarita.
