Capítulo 7

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Lapis

—No sé que hacer ahora —espero a que dé la solución a mi problema.

—Deberías hablar con él y preguntarle qué es lo que quiere.

—No quiero dejarle el poder de mi decisión. Si le pregunto me dirá que puedo seguir quedándome con él.  Y yo me salí de su casa y no quiero regresar como perro arrepentido,  pero en mi casa no tengo las comodidades necesarias para vivir allí —resumo mi dilema.

—Yo creo que puedes acostumbtarte —dice ella—. Pudiste vivir en una isla solo, por varios años.

—Vivía bien, tenía muchas cosas a mi disposición, trabajo para mantenerme ocupado todo el día y un buen sueldo por ello, ¿qué más podía pedir?

—¿Amigos?

—No necesitaba amigos.

—¿Y ahora?

—Pues ahora sí, y los tengo, pero eso no quiere decir que me tenga que aguantar el mal trato de sus familiares por que me están haciendo un favor —recuerdo la forma que me trató Bulma desde que vio que vivía con su hijo.

—Me vas a contar que fue lo que te dijo, para que hayas decidido salirte de la casa de Trunks —creo que debo contarle todo,  es lo menos que puedo hacer después que la hice salir de su trabajo solo para atenderme. Pero de verdad necesitaba un consejo de ella, es la persona que más me conoce en la vida y la única que me entiende.

—Hermanita, ¿por dónde empiezo? —Me preparo, estamos en una cafetería que está cerca de su puesto de trabajo,  el que amablemente dejó para escucharme.

—Por el principio  —dice dando un sorbo a su té.

—Trunks contrató a un electrisista para quitar la luz en mi casa, por eso no puedo vivir allí —empiezo con esto, porque fue el problema que originó todo.

—Espera, ¿por qué él hizo eso?

Porque está loco, y no quiere que yo viva feliz en mi soledad.

—Porque me electrocuté el otro día por dejar los cables por fuera de mi casa y cuando estaba en el hospital él llevó al electrisista, que de seguro ni era un profesional, a que, según él, arreglara mi problema.

—Estuviste en el hospital,  ¿Por qué no me lo dijiste?  ¿Fue grave? ¿Ya estás bien?

—No fue nada.

No supe si alguien le había avisado y por eso ya no me encargué de avisarle, ahora me siento mal por no haberlo hecho.

—Siempre soy la ultima en enterarse de lo que te pasa.

—Lo siento, no me gusta preocuparte.

—Eres mi hermano quiero enterarme de lo que sea que te pase, yo siempre estaré para ti.

Sonrío en su dirección.

—Y entonces que pasó después —agrega ella.

—Que me fui a vivir a casa de Trunks, pensé que sería genial, seriamos felices, pero no fue así. Jiren llegó a amenazarnos de muerte.

—Espera, estás amenazado de muerte y no me lo habías dicho.

—Eso pasó ayer, te lo estoy contando ahora.

—Está bien, te dejaré pasar que no me lo hayas dicho desde que empezaste a contarme tus problemas.

—Bueno, pero no estoy amenazado directamente Jiren solo dijo que uno de nosotros iba a morir. Y por eso fue que peleé con Bulma, ella quiere que me maten a mí.

Veo la ira inundar el rostro de mi hermana melliza, yo estaría igual si alguien le dice que ella se debería morir, pero de pronto parece entrar en razón y se tranquiliza y vuelve a hablar.

—Eso se los dijo a ti y a Trunks ¿cierto? porque yo también preferiria que de morir alguien sea el que no lleva mi sangre y Trunks es su hijo.

—Pero ese no fue el verdadero problema. Yo tampoco quisiera que mataran a Trunks, es más yo me preocupo más por él que por mí mismo.

—Me imagino que sí. Y ¿qué fue lo que hizo que pelearan? —hace la pregunta correcta.

—Que yo no me quisiera morir.

Ella se ríe.

—De verdad te odia —concluye.

—Sí, ella quiere que me maten, y yo hasta estuve analizando la situación en la que ni Trunks ni yo tengamos que morir.

—¿En serio? ¿Y cuál es?

—Cuando llegó Jiren anoche Vegeta estaba con nosotros.

Tomo una pausa antes de continuar.

—Entonces le dije que querían matar a Vegeta

—No debiste hacer eso.

—Demasiado tarde —llevo mi mano a mi mejilla.

—¿Qué fue lo que te hizo? —pregunta alterada.

—Digamos que una caricia —sonrío—, una muy fuerte.

—Te dio una bofetada, ¿cierto?

—Sí —acepto con el ego caído.

—¿Y por eso te quieres ir de la cada de Trunks?

—Pues lo estoy pensando.

—Me parece bien que lo pienses, estás en tu derecho de irte de casa de Trunks y él te tiene que entender, eres un adulto independiente. Aunque tampoco debes demostrar que lo que hizo Bulma te afectó.

El consejo de mi hermana acaba de ayudarne a decidir que hacer.

—Ya lo pensé —anuncio—. Regreso mañana.

—Excelente,  me alegro —sonríe efusiva.

—A empacar —Termino.

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