Capitulo 34

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[Vee POV]

Escuchaba el insistente y castrante ruido que mi madre producía cuando golpeaba la punta de su zapato contra el suelo. Sus niños estaban sentados en cada pierna; tal como esperaba, Becca llevaba un bonito vestido morado, y Santi iba en pijama. Él no batallaba, y ya quisiera yo poder usar pijama todo el tiempo.

El doctor estaba frente a nosotras, solo con su escritorio de por medio; estaba leyendo mis resultados, su cara se veía neutra. ¿Cómo se supone que debía lucir?

—Bueno, Genevieve. —Dijo bajando las hojas, dejando ver si rostro completo.

—¿Estoy embarazada? —No me detuve a preguntar. Era lo que más me preocupaba saber.

Nunca había tenido un plan de vida, no sabía ni que haría mañana, pero estaba segura que un bebé no estaba en mis planes más cercanos. No por ahora. Roger me había dicho que él me iba a ayudar, no se lo tomó nada mal, pero eso es sólo una parte; yo ni si quiera quería ser mamá.

—Tus resultados son muy claros, pero aún así hay cosas que en verdad no cuadran. —Volvió a mirar las hojas. Yo solo rogaba que me dijera que mi útero estaba vacío, solo eso; no necesitaba más. —No estás embarazada.

—Gracias a Dios. —Interrumpí en voz baja, escuchando a mi mamá sacar el aire que había estado aguantando.

—Es imposible. —Continuó. Ambas alternamos la mirada entre nosotras y el doctor. —Genevieve, tu no puedes ser mamá.

—¿Cómo? —Intervino mamá. —¿E-es infértil?

—Al parecer. —Asintió. —Tienes endometriosis severa, es lo que no me cuadra, nunca has tenido síntomas graves. Tu caso me parece que es uno de cada cien.

Me quedé en blanco.

Me quedé sin palabras.

¿Alguna vez te han lanzado agua fría mientras estabas desprevenido? Pues, así me sentía en ese momento.

No, no estaba embarazada. Pero estaba enferma. ¿Qué era peor?

—¿Y qué se puede hacer para..? —Volvió a hablar ella. El doctor negó, evitando levantar los hombros, y evitando nuestra mirada también.

—Miren, podemos operarla, pero eso no nos asegura que el tejido vuelva a crecer en zonas externas al útero. Aún así, si se logra extirpar con éxito, no sabemos si ella podrá soportar las hormonas. Puede quedar sana, pero no fértil; lamentablemente, aún no contamos con el avance necesario para eso, no todas las mujeres son compatibles con las hormonas. Eso también depende si ella quiere ser mamá. —Quiso sonar positivo. No funcionaba.

—Entiendo. —Mi mamá hablaba por mi. A mí no me salía la voz. —¿Qué tenemos que hacer ahora?

—La operación es obligatoria si quieres estar bien. —Me miró. —El dolor aumentará, habrá sangrado entre periodos, tus periodos se harán irregulares, tendrás cambios hormonales. Todos esos cambios afectarán a otras cosas, puede que las infecciones urinarias sean constantes y repetitivas, la perdida de sangre te bajará las defensas así que te vas a enfermar muy seguido de cualquier cosa. Una operación es muy prevista, solo necesitamos esperar a hacer más estudios, chequeos, asegurarnos de que esto es como nosotros lo vemos y solo hay que tomar precauciones. —Tomó una receta y empezó a escribir. —Si el dolor sigue, tendrás que tomar este medicamento, mientras no haya otros síntomas, no podemos hacer mucho. —Me extendió el papel. —Me gustaría verte el próximo lunes, a menos de que haya una emergencia, puedes venir cuando quieras.

—Esta bien. —Solo hablé para no hacerle creer que estaba mal.

—Tu, por ahora, estás bien. No te asustes. —Sonrió de lado. —Llevaremos un control exacto para evitar que las cosas se te vayan de las manos.

Outside [Queen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora