Capitulo 13

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Tocala, pero jamás la tendrás.

Búscala, pero jamás la encontrarás.

Parecía una mañana perfecta, soleada, con nubes, un campo enorme lleno de plantas, flores, y un olor a primavera cálida. Sin duda era una mañana hermosa, pero nada se comparaba con la mujer que veía ahí. La tenía frente a el, con un vestido blanco y el cabello suelto. Sin una gota de maquillaje, sin zapatos.

Avanzó despacio hacia ella para quedar a centímetros de su pequeño cuerpo débil. Levantaron la mano al mismo tiempo, como si imitara sus movimientos. Inclinó su cabeza, ella lo hizo también. Retrocedió un paso, y ella también.

¿Por qué lo copiaba?

—¿Vee? —Susurró. Sus facciones delicadas y alegres cambiaron por completo. Su rostro se oscureció con maldad y enojo, agachó un poco la cabeza sin quitarle la vista de encima. Empezaba a asustarse.

—Eres un niñito inmaduro que tiene que llenar su vacío existencial con cuerpos ajenos para al menos así sentir que es superior en algo, por que sinceramente, eres un inútil. Recuérdame, Roger, cuando te enamores y te rompan el corazón. Cuando alguien te de ganas de vivir, pero que al mismo tiempo te asesine por dentro. Recuérdame ese día que te estés muriendo y solo puedas llorar. —Se quedó mudo, y no le quedó más que retroceder aterrado ante sus palabras. Las mismas palabras que Debbie le había dicho. —¿Qué, Roger? ¿Ahora me tienes miedo? —Empezó a correr, pero no parecía avanzar, era como si solo se arrastrara en el mismo sitio una y otra vez. —¿No estabas enamorado de mi?

—¡Déjame en paz!

—Ámame, Roger.

—¡Freddie! ¡John! —Gritó por ayuda en cuanto parecía querer hacerle daño con un cuchillo que, sinceramente, no sabía de donde lo había sacado.

—Roger, necesito matarte. ¿No ves que solo eso me falta? ¡Te estoy consumiendo!

—¡No, Vee, no! ¡Déjame! —Gritó cuando levantó el cuchillo.

—¡Roger! —Escuchó la voz de John.

—¡AHHHHHHHH! ¡VEE ME VA A MATAR! —Gritó levantándose de la cama casi de un brinco.

—Hermano, estabas... Estabas soñando. —No supo como reaccionar. —¿Qué mierda?

—Perra madre... —Susurró tocándose el pecho y el estómago. —Ella me iba a matar. —Miró a John con mucho miedo.

—¿En verdad soñaste que Vee te iba a matar? —Aguantó las ganas de reír.

—Eres raro. —Dijo Freddie desde la puerta.

—¿Qué? ¿Cómo lo saben? —Apenas estaba diferenciando el sueño de su realidad.

—Estúpido, gritaste algo como "Freddie, John. Vee, no. Déjame". Luego dijiste unas palabras en latín antigüo y pues... Brincaste. —Freddie reía entre bromas.

—Uhhh, Vee, Vee. —Dijo John como si eso en verdad lo fuera a asustar.

—¡No, John! ¡Lo estás asustado!

—Vee está aquí, y te va a jalar las patas.

—Ya largo de aquí, malditos simios. —Dijo antes de lanzarle una almohada a Fred.

Cuando se quedó completamente solo, empezó a analizar el sueño que acababa de tener. Era extraño que las exactas palabras de Debbie se hubieran quedado bien plasmadas en su subconsciente, que las volvió a repetir en su sueño. Odiaba que esas palabras empezaban a cobrar sentido, pero en realidad no quería tomarlo en cuenta, tenía que gobernar sobre sus sentimientos y olvidar esa sensación.

Outside [Queen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora