Capitulo 15 (PARTE 1)

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Vee se exaltó ante unos extraordinarios golpes en su puerta principal. ¿Quién podría venir tan temprano a casa?

A penas eran las 7 AM, según su reloj.

Se levantó con pereza y sorpresa, al mismo tiempo que se ponía una bata de seda negra, ya que sólo llevaba una pijama que dejaba poco a la imaginación. Se dirigió a la puerta con duda, pero abrió un pequeño cacho, lo suficiente para ver la nerviosa figura de Athena junto al helecho del pasillo.

—¿Aún no te vistes? —Preguntó Athena cuando Vee abrió la puerta completa.

—Todavía es temprano. —Contestó bastante dudosa aún. —¿Qué pasó?

—Estuve llamándote desde hace como treinta minutos, ¿estás bien? —Se acercó para abrazarla.

—Si, estoy bien. —No entendía por qué tanta preocupación. —Pero.. ¿Qué sucede?

—Asesinaron a varias personas en la calle de atrás, Vee. —Dijo tomándola por los hombros. —Me preocupé por que no recordaba cuál era tu calle. El área esta cerrada, solo por seguridad pero la única que está bloqueada totalmente es la de abajo.

—¿De verdad? Si yo no escuché nada. —Balbuceó con una mano en el pecho. —Qué pena, ¿sabes algo más respecto a eso?

—En las noticias dijeron que fue una nueva secta que está siguiendo los mismos pasos que la familia Manson, los de California. —Los Manson habían sido todo un asunto por el año 69 o 70, hasta que en el 71 encarcelaron al cerebro de la secta. No le sorprendía que sus ideas fueran traídas hasta acá. —En realidad no sé que buscan esos tipos pero, se sabe que están buscando a alguien. Tal vez extranjeros.

—¿Tú crees? —Fue directo a encender la tv. Buscó el noticiero y no tardó en encontrar la transmisión. Habían entrado a cinco casas vecinas, matando a las cinco familias junto a sus mascotas. No entendía como podían ser tan crueles. —Dios... —Susurró.

—Vee, no deberías estar sola aquí. —Tenía razón, y a pesar de que podía estar en peligro, no tenía otra opción. El teléfono empezó a sonar, se acercó para contestar y levantó el auricular.

—¿Genevieve? —Escuchó la voz femenina del otro lado. —Soy Diana.

—¡Tía! ¿Cómo estás? —Wow, era bellísimo escuchar esa voz. La única persona empática de su familia, y la única que aún ve por ella.

—Yo estoy bien, cielo. ¿Tú cómo estás? Me alegro de escucharte, me avisaron lo que sucedió en Islington y pensé en ti inmediatamente. —Algo en el fondo le decía que ella llamaría.

—Lo estoy viendo en el noticiero, fue en una calle abajo de la mía. Nadie sabe que están buscando. —Enredaba el alambre en su dedo.

—Por aquí corre el rumor que es algo respecto a la monarquía, y también del gobierno. Tal vez busquen a alguien relacionado con nosotros. —Esto era más complicado de lo que creía, pero igual era muy ajeno a ella.

—Si, pero, ¿quién del gobierno o de la monarquía viviría aquí en Islington? —Preguntó casi con sarcasmo. La falta de respuesta de su tía la dejó helada, aún estaba dormida, entonces solo suspiró con la cabeza agachada y asintió. —Me cuidaré.

—Por favor. —Respondió con tono suave. —Mas tarde te llamaré, necesito verte y hablar de unas cosas que están pasando en casa.

—Claro que sí. Llego a la 1 pm aquí. Esperaré su llamada.

—Perfecto, hablamos en la tarde. Hasta luego, linda.

—Adios, tía. —No tuvo el valor de colgar, espero a que se escuchara el tono muerto en el teléfono. Miró a Athena, que la miraba curiosa y con el ceño fruncido.

Outside [Queen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora