Capitulo 20

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John abrió los ojos. El dolor le invadió el ojo muy rápido y con ello vino el montón de recuerdos a su cabeza. Suspiró cansado y se sentó en la cama. Concentró su oído para asegurarse de que no se escuchaba ningún ruido, de nuevo, nada rompiéndose ni ningún otro grito o llanto.

El día anterior había sido una locura, casi no había dormido por haber pensando en el error que cometió y lo mierda que fue en ese momento. No sabía si debía pedir perdón ya, o solo debía dejarlo pasar.

La locura paró cuando Roger se quedó dormido (no se desmayó esta vez), Vee bajó algo agobiada y sin decir muchas palabras. Solo tomó su bolso y se fue. Desde entonces no habían visto a Roger, solo sabían que estaba muy dormido. O muerto.

Escuchó pasos frente a su puerta, era probable que fuera Brian, pues su habitación estaba frente a la suya. Aprovechó para levantarse y toparlo cerrando la puerta.

—¿Qué hay? —Saludó John.

—¿Roger sigue vivo? —Dijo Brian mirando a su puerta.

—Venía a preguntarte lo mismo. —Miró al mismo lugar. —Tiene trabajo hoy.

—Odia los lunes. —Susurró. —A ver si no explota de nuevo. —Empezó a caminar en dirección a aquella destrozada habitación, John iba detrás de él algo preocupado. Les daba miedo abrir la puerta y verlo colgado de algún lugar. Sin embargo, no vieron eso, solo estaba acostado boca arriba, con los ojos abiertos y la respiración tranquila. No volteó a verlos. —¿Rog?

—¿Qué?

—Se te hace tarde. —Dijo John sobre el hombro de Brian.

—Lo sé. —Volteó su cabeza a ellos. —¿Dónde está Vee?

—Ella se fue anoche, cuando te quedaste dormido. —Tardó en contestar.

—Creí que se quedaría conmigo. —Siguió con voz baja. John se quedó callado. No sabía que pensar. Él lucía triste por que ella se haya ido. —Ella.. ¿se asustó?

—Dios... —John se dió la vuelta yéndose lejos de Brian. No alcanzó a escuchar lo que Brian le contestó.

¿Qué fue eso? ¿Acaso su obsesión con aquel rechazo estaba superando los límites hasta hacerlo depender de ella? ¡No tenía sentido! Principalmente por que era im-po-si-ble que él se hubiera fijado en ella, no por que no tuviera razones –tiene muchas, es una chica increíble desde cualquier perspectiva–, sino por qué él no es de la clase de personas que se fija en una mujer. Este comportamiento ya estaba superando los límites que creía que tenía, ya estaba yendo demasiado lejos y culpaba a su transtorno mental, más que nada. Se lo dijo un montón de veces, él no debía dejar los medicamentos, pero "Yo puedo solo, eso nunca va a volver". Ahí están las consecuencias, ahora es más obsesivo, más posesivo, y más loco que antes. Le preocupaba que gracias a eso, todo su trabajo –y el de Vee– se fuera a la basura. Por fin estaban haciendo algo con su mayor sueño, pero sabía que terminarían cagándola gracias a aquel rubio.

Tampoco lo culpaba directamente. Él no estaba bien de la cabeza.

Fue a la cocina, ignorando a Freddie quién estaba en sillón leyendo el periódico. Dudó un momento en buscar lo que traía en mente, pero de igual forma terminó haciéndolo.

Daba gracias a cualquier dios que hubiera en el cielo, pues había una gran reserva de medicamentos en una alacena sobre la estufa. Todas las que quedaron después de que Roger decidió no volver a medicarse. Al menos tenía algo a su favor.

—No, no te odia. —Recogió una ropa que estaba en el suelo.

—¿Entonces por qué se fue?

—Ella tiene escuela hoy. —Tardó un poco en contestar. —Tenía que dormir temprano, y se fue solo cuando supo que ya estabas bien. —Se atravesaron unos largos segundos en los que Roger solo veía la habitación con mucha frialdad.

Outside [Queen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora