Capitulo 2

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El jueves habían tenido una de las mejores tocadas que han hecho en un buen tiempo, tal vez por haber cambiado de público y enseñarles algo de calidad. Desafortunadamente el jueves ya había pasado, y tenían que regresar a los clubs hippies del lado extraño de Londres. Algo que reconfortaba a Roger, es qué tal vez podría coger con alguna groupie que fuera fácil de convencer.

—Mira, Brian, tal vez deberías conseguir más lugares como el de ayer. -Dijo John acercándose al escritorio dónde estaba May, buscando entre pilas de folletos provenientes de clubs y bares. —Tal vez una universidad.

—Claro, como tengo tantos contactos en escuelas y buenos bares. —Respondió con sarcasmo.

—Cielo santo, ¡acabas de terminar la universidad! —Exclamó el flaco con algo de incredulidad. —Eres Astro-no sé qué...

—Y tú eres... ¿ingeniero? —Eso había cerrado la boca de John sin si quiera esforzarse mucho. —Roger es dentista, y Fred es diseñador gráfico. Roger acaba de terminar hace medio año, y nosotros hace un año, no estamos tan lejos de ese entonces, pero ni tú ni nosotros tenemos contactos. A parte, los buenos lugares como Ten'Tens, o City son más exigentes con la calidad de las bandas.

—Tenemos esa calidad. —Dijo Roger desde el suelo. Todos habían estado discutiendo acerca de donde debían tocar, algo salió mal que Brian tuvo que golpear al rubio, tumabandolo en el suelo. Ya no se movió de ahí.

—No podemos llegar con una guitarra hecha a mano, ni con Freddie rompiendo micrófonos. —El moreno bajo el periódico que estaba leyendo para mirar a su amigo con algo de enojo y burla al mismo tiempo.

—Pues no pero... No sé, debería haber algún modo. —Volvió a decir Roger cuando Fred de nuevo se desapareció detrás del periódico. —Podríamos ir algún día, conocer a alguien y usarlo de palanca para entrar.

—Eso es cruel. —Dijo John. —Hagamoslo.

—No suena tan mal. —Dijo Brian. —¿Qué opinas Fred? ¿Fred? —Despues de unos cuantos llamados, Freddie bajó el periódico, revelando la impresión de un hombre musculoso en una de sus páginas. —Olvidalo.

[...]

—Solo toca la maldita batería, Roger.

—¡No!

—Mira, está canción es buena, dale una oportunidad. —Brian no pudo evitar darle un golpe a la puerta del baño.

—¡No! -Gritó desde adentro.

—Cariño. —Se acercó Freddie con un cigarrillo en la mano. —Esta canción ha de ser del estilo de esa chica que conociste en Delphis, ella estará ahí. —Brian negó con la cabeza, sabía que eso no podría convencer a Roger de ninguna manera.

—No me interesa, puedo cogerme a cualquiera. —John subió las cejas de una forma muy extraña. Tenía razón, la lista de chicas era increíble. Todas iban detrás de Roger, y no lo culpaba. Roger tenía una facilidad de palabra que incluso podría convencer a la reina de lanzar misiles a Estados Unidos para desaparecerlo.

—¿Qué quieres a cambio? —Volvió a hablar Freddie recargado afuera del baño.

Hubo un silencio largo, esperaban a que Roger decidiera que quería a cambio de tocar la basura que había compuesto John. Tenía mucho tiempo escribiendola, tenía un estilo muy distinto al que estaba acostumbrado pero aún estaba tratando de hacer ajustes, de igual forma, tenían la libertad de cambiar las letras y acordes de sus canciones.

—Bueno. —Se escuchó con eco. Todos retomaron su postura para escuchar la propuesta; Freddie dió la última calada a su cigarro y tiró la colilla a escondidas de Brian, que probablemente le dé un zape por no recoger la basura. —Dos cosas. —John estuvo a punto de protestar, pero Brian lo detuvo con una sonrisa irónica, sabía que cuál sea que sea su trato, lograrían romperlo con unas trampas. —No volveré a tocar esa canción, y no quiero hacer limpieza en toda la semana.

Outside [Queen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora