Outside [Queen]

Capitulo 4

—Vee, ¿era necesario llegar temprano? —Preguntó Lilith con enfado. —Digo, si quería venir, ¿sabes? Pero no creo que estés desesperada por el No Cover.

—Claro que no. William me pidió a una banda, los conseguí, y necesito presentarlos; por así decirlo. —Lilith se carcajeó un poco, junto a una mirada pícara que Vee intentó no mirar. —¿Qué?

—¿Te acostaste con William de nuevo? —Miró como las mejillas de su amiga se pintaban de un rojo bastante intenso. No evitó sonreír con burla y emoción. —¡Zorra!

—Cierra la boca.

Eran como las 8:00 pm, y sus amigos llegarían en 40 minutos aproximadamente. Por mientras, intentaba buscar a William entre las pocas personas que ya habían llegado, más que nada, para no pagar el cover. Lo malo de llegar temprano, sin pagar, es que no había nada de ambiente.

William Hamilton era un apegado amigo de Vee, además de ser el dueño de uno de los bares con mayor renombre en Londres, Ten'Tens. William tenía 20 años, muy joven para manejar un bar, pero como cualquier hijo de padres millonarios, el bar solo está a su nombre, por que el dinero vino de la chequera de su padre. Vida fácil. Vee y Will tenían una relación complicada; se conocieron en el cumpleaños 18 de Vee (hace 7 meses), cuando ella fue al dichoso bar solo por el jangueo, le interesó bastante y bailaron por un rato, hasta que Vee terminó sobre su escritorio. El no sabía que acababa de cumplir los 18. Aún que no era tan menor, dos años no son nada.

—Mira, iré a hablar con ese chico. —Lilith tenía un rato poniendo ojo en un solitario chico en la barra, bebiendo una simple cerveza y disfrutando de la suave música de fondo. Parecía interesante. Tenía que acercarse. Para suerte de Vee, acababa de localizar a Will saliendo de su oficina, una pequeña y -muy- acogedora habitación en el segundo piso.

Junto al escenario habían unas escaleras angostas de metal, que llevaban directo a esa puerta, ahí se quedó parado el hombre en cuanto vio a Vee en un sillón. La señaló con un dedo, y volvió a abrir la puerta que había cerrado anteriormente.

—Gracias a Dios traes vestido. —Fue lo primero que dijo cuando ella entró.

—Quería hacerlo fácil. En la tarde no me dejaste terminar. —Con un aire dulce y pervertido, se acercó hasta el, empujándolo con un dedo y haciéndolo chocar con el escritorio. El famoso y multiusos escritorio. —¿Tenemos tiempo antes de que lleguen..?

—Eso no importa. —Dijo antes de tomarla del cuello y acercarla para darle un beso bastante apasionado. La jalo de la cadera, haciendo que dieran la vuelta y poder subirla al escritorio.

Entre besos húmedos y caricias calientes, ambos estuvieron listos para comenzar con lo que estuvieron anhelando desde que Will dejó la casa de Vee. Nunca es suficiente.

Le abrió ambas piernas con una mano, mientras que la otra terminaba de bajar los pantalones que Vee ya había abierto. Le corrió las bragas a un lado, y a penas una caricia pudo rozarla, cuando tres golpes sonaron en la puerta.

—¿Quién es y qué ocupa? —Gritó William con la voz jadeante.

—Eh... Soy Brian May. Somos la banda de esta noche, una chica de allá abajo nos dijo que viniera aquí. —«Lilith» fue lo primero en lo que Vee pensó.

—Ay no. —Susurró ella bajandose del escritorio. Acomodó su vestido y esperó a que Will se cerrara el pantalón. —¡Hola! —Abrió la puerta; se había puesto nerviosa, y era muy notable. —¿Cómo están? —Se maldijo en sus adentros cuando después de saludar a Brian, vió a Roger detrás de él. Tenía que saludarlo igual.

—¿Qué tal, Vee? —Dijo Brian muy amable.

—Estás muy despeinada. —Susurró Roger cuando se acercó para saludar.