Capitulo 16

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Abrió los ojos.

Olía a café y a mañana fresca. Tardó un poco en ubicar su espacio y tiempo pero lo logró. Estaba en su habitación, era sábado, y por la iluminación deducía que eran como las 9:00 AM.

Se talló el rostro con las manos mientras bostezaba, escuchó el rugir de su estómago y no dudó en levantarse a seguir el olor a comida que llamaba mucho la atención.

Caminó sin zapatos, pisando el suelo maderoso, muy frío, hasta que llegó a la orilla que unía la sala, el pasillo y la cocina. El sonido del aceite en el sartén era más alto, y el olor era aún más fuerte.

Vió al alto hombre rubio de frente a la estufa y cocinando algo, evidentemente. Una suave melodía sonaba desde su tocadiscos, no alcanzaba a identificar la canción, pero sabía que era de David Bowie.

Roger movía su cabeza al ritmo de la canción, al mismo tiempo que cantaba con esa ronca voz tan profunda. Se veía lindo y frágil desde ahí.

—Buenos días. —Dijo con la voz aún adormilada. Escuchó un pequeño estruendo al momento en el que Roger dió un pequeño brinco.

—Santo dios. —Suspiró. —Me asustaste. —Se giró para verla desde su lugar, así pudo verla reír con ternura.

—Perdón, no quería... —Avanzó despacio hasta la mesa. —¿Qué haces?

—Es huevo frito, con tocino y un par de salchichas que encontré. —Señaló el refrigerador. —Hice café, pero no estaba seguro si te gustaba, entonces hice licuado de mango también.

—Vaya, que eficiente. —Sonrió orgulloso ante el comentario. De nuevo se quedó pensando en que alguien estaba haciendo comida para ella, no tenía que despertar sola para ir a hacer su propio desayuno, y terminar almorzando comida fría por un montón de cosas que la interrumpían. Solo se sentó ahí, con la cabeza apoyada en la mano y observando a Roger bailar y cocinar, cantar y sonreír, pareciendo un hombre indefenso y normal.

Recordó lo que había sucedido la noche anterior, parecía ser solo un sueño pero lamentablemente había sido de verdad. Era lamentable por varias razones, pero la más importante era que tenía miedo de confiar en él; Roger era un hombre mujeriego, tal vez ese discurso típico de "Nunca había sentido esto por alguien más" sea solo una excusa para escurrirse entre sus piernas, y cumplir una de las profecías que John había soltado por accidente, "No quisiera que te dejara de hablar como a las demás".

Tal vez John tenía razón, tal vez ella tenía razón y solo sería un plan para convencerla y luego tirarla.

Solo había una manera para descubrirlo.

—Listo. —La sacó de sus pensamientos. Roger había puesto un plato repleto de comida frente a ella, le sirvió su licuado, y un momento después, él también tenía su plato y su café. —Espero que te guste.

—Gracias por... Esto. —Tomó un tocino. —Es muy amable de tu parte.

—Conquista a una mujer por medio de su estómago. —«Eso no aplica conmigo, Roger.» pensó, pero solo sonrió ladeando la cabeza.

—Que adorable eres. —«Que mentiroso, quisiera decir».

—¡BRIAN! —Gritó azotando la puerta y sorprendiendo a Freddie, haciendo que tirara su periódico dominguero.

—¿Qué mierdas te pasa, cerdo? ¿Dónde estuviste toda la noche? ¿A quién te cogiste? —Preguntó Fred muy molesto. —Estuvimos preocupados los tres, y casualmente Vee no contestó llamadas en toda la noche, ¿qué mierda le hiciste, Roger?

—¿Qué le hiciste? —Preguntó John desde el pie de la escalera; era raro verlo así de serio, con los brazos cruzados y las piernas ligeramente abiertas. Lucía molesto.

Outside [Queen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora