Capitulo 36

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[15 de Agosto de 1973]

—¿Entonces no nos veremos hoy, nena?

—No, lo lamento.

—Esta bien. Entonces haré unos ensayos con los chicos, tenemos canciones nuevas. —Dijo Roger sonando emocionado. —Adivina qué, la cuenta bancaria va en aumento.

—Lo sé, es genial. —Vee fingió interés. Volteó a ver a su madre, quién la apuraba para salir de casa. —Leo me llamó esta mañana, dice que su gente está emocionada por ustedes; el concierto y el disco les cayó muy bien, al parecer.

—¿De verdad? ¡Cool! Entonces nos apuraremos, con mayor razón. —Lo escuchó aún más efusivo.

—Bien, Rog, te dejo. Me tengo que ir con mamá, más tarde hablaremos, ¿bien? —Con una mano, alisó el vestido azul celeste y acomodó el tocado de su cabello.

—Esta bien, linda. Ten cuidado. —Se despidió. Alejó el auricular de su oído, pero aún así alcanzó a escuchar que Roger siguió hablando. Fue muy tarde, había colgado.

—¿Ya? —Preguntó Erika golpeteando con su tacón café.

—Si. —Harta, caminó hacia la salida, seguida por su madre. —¿Era necesario esto? Me gustaba más el vestido negro.

—Cariño, el protocolo. —Rodó los ojos.

Tenía razón, era protocolo. Los adultos podían usar colores oscuros, a excepción del negro; los menores de 21 años tenían que usar tonos pasteles, nada de escotes, hombros desnudos o piernas desnudas, todas debían calzar medias que combinen. Así lucía Vee, con un vestido azul cielo con unos tocados blancos y rosas en el pecho, sus medias color piel y unos tacones bajos de color blanco. Llevaba el cabello medio recogido con caireles. Se veía patética, sacada de un museo victoriano o algo parecido.

Lamentablemente, Erika no pudo arreglar el "asunto reina malvada" como, vulgarmente, Vee lo había llamado.

No tenía idea de cómo era el protocolo real, fuera de la ropa; cuando vivió ahí, no salía en público, así que no tuvo que aprenderse nada. A penas y veía a su abuela.

Que sea lo que Dios quiera.

Cuando salieron del edificio, había un auto negro, bastante elegante, aparcado frente a ellas. Un hombre, muy derecho, les abrió la puerta de atrás, así que se apresuraron a subir. El camino fue tranquilo, Erika se notaba ansiosa y Vee solo pensaba en que les darían de comer.

Llegaron a Cambridge, y después de unos minutos manejando dentro del campo abierto, entraron a los terrenos familiares. Una "pequeña" casa de campo muy linda y bastante... Modesta. El camino dentro de esos terrenos también fue extenso para ser solo la entrada. Fueron recibidos por un verde y enorme jardín lleno de arbustos y flores veraniegas. El camino era empedrado, con una reja negra muy bajita, solo para proteger el jardín.

Vee ya había estado ahí antes, ahí pasó la mayor parte de su infancia.

A penas se bajaron del auto, el olor a tierra mojada y flores les llenó la nariz. En ese momento, Vee se perdió entre recuerdos y memorias pasadas de una niña solitaria; fueron guiados dentro de la casa, caminaron por el recibidor y se toparon con Ana Windsor, saludaron a un par de personas, pero Vee seguía sumida en sus pensamientos.

Las cosas habían cambiado en ese lapso de tiempo, fue como si se hubiera ido solo para que ellos mejoraran; recordó a algunas de las criadas que andaban por ahí, y también se dió cuenta de que ellas la habían reconocido. Una de ellas se puso una mano en el pecho y la observó con cariño, era lógico, ellas fueron las únicas que en verdad estuvieron con Vee.

Outside [Queen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora