Capítulo 46

41.9K 2.5K 125
                                    

    Antes de salir de la propiedad de mi padre, pasé a despedirme dejándole claro que puede ir a visitarme cuando quiera, ya sea en la empresa como en mi apartamento y me lo agradeció. Me dijo que era muy valiente al tomar la decisión que tomé y que contaba con él para lo que necesitara.

    Al salir de la mansión me encuentro con Eros esperándome parado a un lado del coche y tuve que sacudir mi mente para no quedarme mirándolo como una boba.

    -Necesito que me lleve al hotel Ritz Sr. Cook.- le digo una vez que estamos en el coche y pasándole la dirección.

    -Perfecto Srta. Smith.- dice respondiendo de la misma forma en la que le hable. -¿Durmió bien anoche?- pregunta con un poco de picardía en su voz.

    -Muy bien señor, gracias por preguntar.- le digo esperando que no siga cuestionando, no quisiera que sospeche que lo escuché cuando me llevó a mi habitación.

    -Me alegro, entonces ya sabe que cuando esté estresada puede contar conmigo, será un gran placer ayudarla.- dice mirándome por el retrovisor mientras me guiña un ojo.

    "Diosss debería ser ilegal la imagen de este hombre guiñando un ojo" dice mi mini Kathy y coincido completamente.

    Pero recuperándome de la imagen, respondo a su pregunta.

    -Muy amable de su parte, le prometo que lo tendré en cuenta.- le digo con una sonrisa un tanto maliciosa y mis mejillas sonrojadas.


    Llegamos al hotel y Aslan Bolat me está esperando en el salón de juntas del hotel. Hice que Lis lo llamara para ver si estaba disponible para reunirse conmigo y recuperar la reunión suspendida del viernes.

    -Katherine me sorprendió tu llamada pero siempre es un placer verte. Luces preciosa esta mañana.- dice regalándome una tierna sonrisa.

    Debo reconocer que es realmente bastante guapo y parece ser tierno y dulce a pesar de su aspecto de chico rudo.

    -Muchas gracias Sr. Bolat.- le digo sin poder ocultar el rubor de mis mejillas.

    -Me encanta como tus mejillas se sonrojan cuando recibes cumplidos y ya te pedí que me llames por mi nombre.- dijo guiñándome un ojo.

    "¿Qué pasa con los hombres que hoy se empecinan en guiñarme el ojo?" dice la voz de mi conciencia y vuelvo a coincidir, aunque este no tiene el mismo efecto que el anterior.

    -Entonces te gusta torturarme intencionalmente.- le dije sonriendo y cuando reaccioné de que estaba coqueteando conmigo me golpeé mentalmente, me cuesta horrores darme cuenta cuando me dicen cosas con dobles intenciones. Así que me vuelvo a recubrir de mi capa de hielo y tomando el perfil profesional nuevamente levanté un muro entre nosotros y antes de que pueda responder a mi comentario vuelvo a hablar.

    -Bueno, no tengo mucho tiempo así que pongámonos a trabajar.- le digo y creo que él captó mi indirecta entonces nos dedicamos a eso.

    Alrededor de una hora después le digo que voy al bar por un café y accede a que le traiga uno a él también. Cuando salgo de la sala, me topo con Eros parado al lado de la puerta haciendo guardia.

    -Eros... ¿Qué haces parado aquí? no es necesario que estés montando guardia en la puerta, puedes esperarme en el bar o pasar a recogerme cuando termine.- le digo para que no tenga que esperar parado aquí hasta que yo termine.

    -¿Que tienes que hacer tan privado que no quieres que espere aquí?- dice furioso y yo no sé si me trata como a una cualquiera que piensa que voy a acostarme con un socio o si está ciego de celos.

Mi GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora