Capitulo 10

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Katherine

    -¡Cabrón!- es todo lo que soy capaz de articular después de lo que acaba de pasar, no alcance a terminar de procesar si lo que me decía era un halago o algo más profundo cuando se echó atrás y retiró lo dicho.

    Este tipo me confunde cada vez más y no entiendo sus constantes cambios de humor, en un momento parece mirarme con un poco de deseo o coquetear conmigo y al siguiente se recubre de su capa de hielo y se comporta como un auténtico cretino.

    "Cada vez entiendo menos al género masculino, después se jactan de que las complicadas e histéricas somos las mujeres, pero ellos te aseguro que no se quedan nada atrás.
    Entre las malas experiencias que he tenido hasta el momento y los pocos hombres que conozco (excepto Nick que es un dulce conmigo), me atrevería a decir que la raza masculina está completamente perdida... Creo que tendría que plantearme seriamente en volverme gay, es más, podría proponerle a Lis que seamos pareja. Ella ha tenido el doble de decepciones con hombres que yo y nos conocemos desde niñas, sabemos absolutamente todo una sobre la otra. Creo que podría funcionar..."

    Me río sola de mis propios pensamientos cuando siento que alguien se acerca a mis espaldas.

    -¿Qué es lo que provoca esa risa tan sexy si se puede saber?- dice la voz de mi cuñado haciendo que un escalofrío recorra mi espalda.

    -Sinceramente estaba pensando en que llegué a la conclusión de que la raza masculina está perdida, creo estar considerando volverme gay y casarme con mi mejor amiga.- le digo y cada vez me siento un poquito más convencida.

    -Guau... esa va a ser una imagen difícil de borrar, pero me atrevería a decirte que si piensas eso de los hombres es solo porque no has conocido a la polla correcta que se ajuste a tu medida.- dice escaneando mi cuerpo de pies a cabeza mientras se acerca y la ira se refleja en mis ojos de tal manera que antes de que pueda reaccionar y decir algo más, le crucé la cara con una bofetada tan fuerte que me quedó ardiendo la mano.

    Pero lo que hace a continuación me deja de piedra porque no me lo esperaba, en un rápido movimiento me sujetó ambas manos por la espalda y pegando mi pecho al suyo susurra en mi oído.

    -Eres toda una gatita Kitty, y de lo más tentadora... ¿Cómo se te ocurre ponerte solo una camisa de hombre y estar tan sexy y provocativa a la vez?- me dice y yo ardo de furia pero intenté conservar un poco la calma al hablar.

    -Mi nombre es Katherine y me sueltas en este mismo instante o gritaré y en un abrir y cerrar de ojos tu trasero será el tentador para todo el equipo de seguridad.- digo pero parece que le divierte porque se separa de mi cuello para mirarme a los ojos mientras sonríe.

    -Tu equipo de seguridad no me asusta, y mucho menos ese amiguito tuyo que se cree dios. Tendrás que acostumbrarte a verme por aquí y no siempre va a estar tu preciado perro guardián a tu lado Kitty...- dice antes de soltarme y recibir con los brazos abiertos a mi hermana que sale de la casa buscándolo.

    -Cariño, te estaba buscando.- dice la ingenua de mi hermana.

    -Si preciosa, vine a despedirme de tu hermana y demostrarle lo feliz que estoy de haberla conocido, no sabe la suerte que tiene de tener una hermana tan hermosa y refinada como tú.- le dice el cretino.

    -Es lo que siempre le digo. Hay una gran diferencia entre la clase que tengo yo y la poca que tiene ella, solo hay que observar la elección de vestuario para darse cuenta ¿no crees?- dice la simpática de mi hermana.

    -No te confundas querida hermana, no todo es lo que parece. Y te cuento que "la clase" como tu dices no se mide en el valor de las joyas o la marca de ropa que uses, la clase se mide en el valor de la persona por dentro y te aseguro que de ese tipo tanto tu pareja como tú no tienen ni una sola pizca.- le digo y se queda gritando como una loca por el insulto que les dejo como regalito.

Mi GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora