Mi Guardaespaldas

Capitulo 20

Katherine

"Has estado en mi mente,

cada día te aprecio más.Me pierdo en el tiempo,pensando en tu cara.Solo dios sabe porque,me está llevando tanto tiempo despejar mis dudas.Tú eres el único que quiero.No sé porqué tengo tanto miedo,porque hemos estado aquí antes,pero cada sentimiento,cada palabra,he imaginado todo.Nunca sabrás si nunca lo intentas,perdonar a tu pasado y solo ser mío.Atrévete a dejarme ser tuya,y solo la única.Prometo que soy digna de estar en tus brazos.Así que ven y dame una oportunidad,para probar que soy la únicaque puede caminar esta milladel comienzo hasta el final.He estado en tu mente,te pegas a cada palabra que digo,te pierdes al momento de mencionar mi nombre.¿Alguna vez sabré lo que se siente, tenerte cerca?¿Y decirme que cualquier camino que elija, tú irás?Sé que no es fácil renunciar a tu corazón.Nadie es perfecto."

    A la mitad de la canción dejo de cantar en voz alta porque algo dentro mío comenzó a revolucionarse, nunca pensé que esta canción escuchada al lado de Eros me iba a hacer sentir tantas emociones juntas.

    -Es una canción muy linda.- dice sacándome de mis pensamientos.

    -Si, es de Adele se llama "One and only".- respondí sin mirarlo a la cara.

    -Me hubiera gustado escucharte cantar hasta el final, cantas muy bien.- dice intentando parecer serio y eso hace que la incomodidad que sentía hace un instante, se esfume por completo.

   -¡Deja de mentir que soy pésima cantando y lo sé!- le digo mientras le doy un suave empujón en el brazo.

    -Uf... que bueno que lo sabes, porque casi me dejas sordo.- dice tocándose el oído.

    -Eso fue la venganza por molestarme hace rato.- le digo y suelta una carcajada. Estoy tentada de decirle que él también se ve jodidamente precioso cuando se ríe, pero temo que se lo tome mal. Así que decidí guardar silencio.

    A medida que nos acercamos a la universidad estoy cada vez más nerviosa y no paro de retorcer mis manos y repasar mentalmente cada palabra escrita en mi tesis.

    Hasta que un par de manos grandes toman las mías entre las suyas y al levantar la vista, me encuentro con Eros parado en la puerta del acompañante esperándome para bajar.

    -Llegamos pequeña... Tranquila que todo saldrá bien, eres muy buena en tu trabajo y estoy seguro de que vas a entrar ahí y acabarás con ellos.- dice y no puedo evitar sonreír.

    -Gracias.- le digo bajando la vista a mis manos aún envueltas con las suyas.

    -¿Quieres que entre contigo? Tal vez si me hago pasar por parte del mobiliario no se den cuenta que tienes un aliado ahí dentro.- dice y esta vez si me hace soltar una carcajada.

    -Te aseguro que lo que menos harías sería pasar desapercibido en ese salón Eros... Aunque pensándolo bien, podrías seducir a la profesora de economía mientras le presento mi tesis para que así me apruebe sin hacer preguntas...- le digo pensativa para ver hasta dónde estaría dispuesto a ir para ayudarme.