Capitulo 3

70.7K 3.5K 793
                                    

Katherine

    -Yo paso.- fue lo último que salió de mis labios antes de intentar escapar de la situación y chocar contra un muro de músculos que casi hace que me caiga de espaldas.

    "¿Dónde estaba el ropero este que no lo vi cuando entre? Un par de enormes manos me sostienen de mis brazos, por lo menos tuvo la decencia de sostenerme para no dejarme caer.
    Lentamente mi mirada va subiendo por unos grandes brazos cubiertos por un traje negro, pasando por un pecho que parece tenso bajo una camisa blanca impecable, intento llegar al rostro del causante de frustrar mi intento de fuga pero parece un cuerpo interminable, debe medir como un metro noventa o quizás más. Cuando finalmente me encuentro con un par de ojos celestes más claros que el cielo cubiertos por espesas pestañas negras como su cabello y una barba de tres días enmarcando una perfecta mandíbula cuadrada, una nariz angular y unos labios bien definidos y levemente rosados, todo el aire escapa de mis pulmones como si fuera absorbido por este hombre que no había visto en mi vida."


    "Parece un modelo de revista enfundado en un traje negro, con cara de malo y una mirada fría que más que miedo me provoca un cosquilleo en lo más profundo de mí ser

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

    "Parece un modelo de revista enfundado en un traje negro, con cara de malo y una mirada fría que más que miedo me provoca un cosquilleo en lo más profundo de mí ser."

    -¿Qué crees que haces? Suéltame.- le gruño una vez que salgo de la nube en la que me mantenía su intensa mirada.

    Pero eso no sucede hasta que escucho la voz de papá

    -Katherine, a mi oficina ¡AHORA!- ruge mi adorado padre, sólo entonces el rey del hielo me suelta.

    Sigo a papá a través del pasillo y me giro para encontrarme con el gorila mirándome, entonces en un arranque de inmadurez le muestro mi dedo del medio solo para notar la leve curvatura de su labio en un intento de sonrisa cuando mi padre lo llama también a él para que nos siga. ¡Esto es la guerra freezer!

    -Papá, papi... ¿Por qué me haces esto...? odio llamar la atención, prácticamente evito que me vean con mamá o Helena para que no me relacionen con el apellido Hamilton, y tu quieres que vaya por la vida con una sombra personal. No, me niego, sabías que odiaría tus nuevas reglas. ¿Por qué no me dejaste seguir con mi investigación de mercado antes de regresar?- lo bombardee antes de que terminemos de ingresar a la oficina.

    -No existe forma alguna en el mundo que me haga cambiar de opinión Katherine.- dice la voz de Batman reapareciendo por segunda vez. Maldición, va a ser una negociación dura...

    -Pa... No te pido mucho, solo déjame regresar a París y terminar con mis investigaciones en el resto de países que planeamos y luego regresaré a cumplir con tus reglas. Solo un par de semanas más, por favor. Aparte no me conoce nadie, no es completamente necesario que alguien me cuide, sabes que me defiendo bastante bien solita.- Digo poniendo carita de gatito para intentar comprarlo.

    Un suspiro, un largo suspiro, el paso de su mano por su cabello y sus hombros cayendo derrotados bastan para ponerme completamente alerta. Hay algo más detrás del capricho de ponernos guardaespaldas por el simple hecho de ser reconocidos por la carrera de mamá o su millonaria empresa.

Mi GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora