Capítulo 52

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     Un par de horas más tarde cuando el Sr. Travis se retira, voy directo al apartamento de Eros para hablar con él.

    -Oh... Kathy... ¿Qué haces tú sola aquí, y Eros?- pregunta Alice preocupada al verme en su puerta.

    -Emmm... verá, es que tuvimos una pequeña discusión y bueno... él se fue furioso, pensé que tal vez podría encontrarlo aquí...- digo un poco nerviosa retorciendo mis manos como una adolescente con miedo a ser castigada.

    -Oh...Cariño, debe haber estado realmente muy furioso para haberte dejado sola a pesar de haber discutido.- dice tomando su barbilla.

    -Si, lo estaba, pero salió de mi apartamento porque el Sr. Travis se lo ordenó.- le digo bajando mi rostro avergonzada.

    -Jajaja... Entonces no debes preocuparte, de seguro está en la terraza descargando su tensión con el pobre saco de boxeo.- dice y me confunde su risa por lo que la miro un poco de lado. -Cariño, déjame darte un consejito con respecto a nuestro Sr. Frío, no te dejes intimidar por esa capa de hielo o esa actitud que lo caracterizan, puedo asegurarte que por dentro es la persona más generosa, tierna y amorosa del mundo. Sólo debes darle la oportunidad de demostrarte que su corazón es enorme y que ya no le pertenece solamente a él.- dice y yo me quedo muda.

    Es sumamente estresante que pasen tantas cosas juntas y que no me den tiempo a procesarlas una por una, desde el inicio del día ya pasé por casi todas las emociones y todavía no llegué ni al medio día.

    -Gracias Alice, lo pensaré cuando la única neurona que me queda se recupere de tanto ajetreo que está recibiendo de mi parte.- le digo y como una zombi me encamino a mi apartamento para cambiarme y subir a la terraza, creo que también necesito descargar un poco. Hace bastante que no salgo a correr ni hacer ejercicio, la vida de empresarios es difícil de organizar, y más aún si un maldito mafioso ruso no deja tus sueños en paz.

    Con un largo suspiro para intentar llenar mis pulmones me decido y abro la puerta de la terraza del edificio para que instantáneamente el aire que intente recuperar se escape completamente con la imagen de Eros entrenando.

    "¡OH MY GOOD! Pero si está más fuerte que la casa del tercer cerdito, más bueno que comer alitas de pollo con la mano, y...." ¡Bueno, bueno ya lo entendí mini Kathy... Y si, está para comérselo enterito el desgraciado!

    Pienso mientras las imágenes que veo creo que hacen que un par de babas escapen de mi boca abierta.

    Con un pantalón de yoga marcando cada condenado músculo de sus piernas y su generoso trasero... Santo cielo, había olvidado el perfecto trasero respingón que tiene y con una remera de manga larga ajustada a su ancha espalda marcando perfectamente sus bíceps y todo su torso hasta su pequeña cintura. 

 

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Mi GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora