Capitulo 14

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  Katherine

    Nunca antes había experimentado una sensación como la que me provocó escuchar la risa de Eros resonando en el interior del coche, fue como un sentimiento de calor extendiéndose por mi pecho, tiene una risa tan varonil y cálida al mismo tiempo, que te hace sonreír de solo escucharla. No sé porque no ríe con más frecuencia, aunque mirándolo bien, con ese estilo que lleva, esos preciosos ojos celestes como el océano y esa risa... Dios, este hombre debe enamorar a cualquier mujer que se cruza en su camino.

    "Ahora entiendo porque no sonríe a menudo" Pienso mientras entramos en el bar de Charly donde solemos venir con mis amigos a cenar pizza y cerveza.

    -¿Perdón?- dice tomándome por sorpresa, maldita sea, no me digas que lo dije en voz alta...

    -¿Qué?- me hago la desentendida.

    -¿Qué dijiste?- vuelve a insistir.

    -¿Yo? nada...- miento.

    -Ya te dije que eres malisima para mentir, y para ahorrarte la excusa, escuche perfectamente lo que dijiste. Solo quiero escuchar tu conclusión de por qué no sonrío a menudo.- dice mientras nos sentamos en uno de los sillones con forma de U que está al lado de la ventana.

    Al encontrarme con sus ojos, me sorprende encontrarlos con un brillo nuevo para mí, parece estar... divirtiéndose.

    -¿La verdad?- le pregunto haciendo una mueca desafiante.

    -Siempre con la verdad Katherine.- dice un poco más serio.

    -Bueno, que conste que usted lo pidió señor Cook. Llegue a la conclusión de que entiendo porque no sonríe en el trabajo y por qué se esconde detrás de esa capa de hielo que lo caracteriza, la verdad es que viéndolo ahora vestido así, tan relajado y escucharlo reír es una combinación letal para cualquier mujer con un corazón frágil, se deben enamorar de usted automáticamente...

    -Por otro lado, pude observar que no lleva anillo así que deduzco que no está casado o comprometido, se mantiene 100% enfocado en su trabajo por lo que no tiene tiempo de tener citas o simplemente salir a un bar con amigos así que tampoco una novia. Todo eso me lleva a suponer que tiene una vida social un poco limitada y cuando esas cosas suceden, uno tiende a perder la capacidad de reír abiertamente por tonterías como las que le acabo de decir en el coche.- le digo sin dejar de mirarlo a los ojos para que lea que es verdad.

    -¿Y como es que supone que no tengo pareja?- dice intrigado en mi respuesta.

    -Bueno, para empezar desde que llegó aquí no lo he visto hablar por teléfono en ningún momento con nadie que no sea de su equipo, no se opuso a inventar una falsa historia romántica conmigo a pesar del riesgo que supone si la prensa se entera y lo relacionan conmigo. Además le aseguro que cualquier mujer con un poquito de cordura perdería la cabeza si se entera que anda por ahí vestido así, sonriendo y llevando a cenar a otra mujer. En mi opinión serias víctima de secuestro.- digo y sin poder controlarlo comienzo a reír de lo irónico que sería que siendo mi guardaespaldas, lo secuestren a él y no a mí.

    -Cualquier mujer... ¿Eso no la incluye a usted?- pregunta curioso.

    -Oh, me temo que no, yo ya perdí la cordura hace rato. Y me temo que debo admitir que si usted se recubre por una capa de hielo, yo hago lo mismo con un muro de piedras. Hace ya un tiempo decidí dejar de relacionarme sentimentalmente con el género masculino. Pero eso lo debe saber, ya que asumo leyó mi historial antes de conocerme, debe saber de mis escasas relaciones amorosas.- le aseguro y él vuelve a reír.

    -Que observadora que es señorita Smith.- dice divertido.

    -Ni se imagina cuanto...- le sonrío cómplice.

Mi GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora