Eros
-¿Qué te pidió, qué?- le pregunté estupefacto.
-La Srta. Smith me pidió clases de defensa personal.- vuelve a repetir y no me lo puedo creer, ¿Qué pretende ahora esta mujer?
-¿Y eso por qué, te dio alguna explicación?-
-No, sólo la noté muy nerviosa como si le costara pedirme tal cosa. Tuve que presionar para saber qué quería decirme y luego de que le dijera que eras tú quien debía aprobarlo parecía decepcionada y un poco asustada también.- dice mientras miro en su dirección donde permanece almorzando con su padre y me encuentro con sus preciosos ojos verdes que no están del precioso color esmeralda que suelo ver en ellos, parecen estar apagados y un poco enturbiados. Es cierto, tiene miedo, lo noto incluso a metros de distancia.
-Si, claramente algo la inquieta. Habla con ella y dile que te explique la razón de querer recibir esas lecciones, si su respuesta te convence accedes. De lo contrario me avisas y hablaré con ella.- le digo y de verdad espero que lo resuelva él sin tener que hablar yo con ella a solas.
-De acuerdo, pero creo que responderá más a tu presión que a la mía- dice y no puedo evitar sentirme incómodo, porque es cierto que con Taylor nos conocemos desde hace años y si dice eso es porque algo puede notar entre nosotros.
-Otra cosa, por el momento ni una palabra al Sr. Smith, puede ser que solo sea curiosidad, si él se entera pensará que está siendo amenazada de alguna forma y eso complicaría mucho las cosas. Lo mantendremos entre nosotros por el momento.- le digo para desviar la tensión y rogando también que sea la primera opción, no sé si podría lidiar con amenazas directo hacia su persona.
-Perfecto jefe, por cierto, me informó Jones que la Sra. Smith no ha dejado la casa esta mañana y Clark ha salido temprano con la Srta. Helena y su novio.- dice sacándome de mis pensamientos.
-Bien, espero que Miller nos tenga algo útil esta noche. Y dile a Clark que tenga los ojos bien abiertos, ese Williams no me gusta en absoluto.- le digo justo antes de reunirnos en la entrada del comedor con el Sr. y la Srta. Smith para regresar a sus despachos.
En el ascensor no puedo evitar cruzar la mirada con esos ojos verdes porque puedo sentir que me están mirando y me atraen como una polilla hacia la luz, pero lo que veo me alarma.
Puedo ver preocupación, miedo, súplica y vulnerabilidad. Sé que me está rogando que le conceda las clases de defensa personal y mis alarmas se disparan automáticamente, no voy a permitir que engañe a Taylor como lo hace con su padre. Inevitablemente mi mirada se endurece y ella al notarlo desvía la suya como si la hubiera pillado de sorpresa.
A la mierda con la distancia, me va a decir que le pasa así se lo tenga que arrancar a pedazos. Cuando el ascensor se detiene en su planta, antes de que salga la retengo del brazo y pongo un pie en la puerta para que no se cierre.
-Señor, si me permite quisiera hablar a solas un momento con su hija.- le digo a Smith y aunque lo toma un poco por sorpresa, asiente con la cabeza.
-Taylor relevame con el señor unos minutos mientras hablo con la Srta.- le digo y la arrastré fuera del ascensor para que las puertas se cierren y ellos continúen hasta la última planta.
Sin soltarla del brazo caminamos por el pasillo hasta encontrar el baño de damas y meternos dentro. Después de comprobar que está vacío me acerco a la puerta y la cierro con el pestillo para que nadie entre o salga.
-¿Qué se supone que está haciendo Sr Cook?- me pregunta entre asustada e indignada.
-¿Por qué quiere recibir clases de defensa personal?- pregunto sin rodeos.
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Mi Guardaespaldas
RomanceKatherine es una joven que proviene de una familia adinerada y famosa pero en la que no encaja, ella es sencilla, antisocial y con un carácter particular, además de hermosa, inteligente y dulce a la vez. Esa combinación la hace una mujer sumamente...