Narra Joaquín.
Tenía una gran pila de apuntes por leer y no había manera de concentrarme. Jace me observaba a cada rato, con la esperanza de que prestara un poco más de atención pero no había manera. Tenía la cabeza en otro lado, me había prometido no preocuparme pero cada vez que la hora de la cita con el médico se acercaba más nervioso me ponía.
Mi compañero de estudio dio un largo suspiro antes de cerrar el libro que estaba tratando de leer. Sus ojos oscuros se posaron en mi y no pude evitar encogerme de hombros cuando el arqueó una ceja en interrogación.
—De acuerdo, ve en busca de tu mujer porque aquí no me estás sirviendo de mucho —El chico negó con una sonrisa en los labios—. Dios, no entiendo que tiene de emocionante tener una mujer embarazada toda hormonal viviendo con uno.
—Espera a encontrar a la mujer que amas y lo entenderás —Sonreí como un tonto mientras me ponía de pie—. Además, todas esas hormonas tienen sus ventajas.
Mi último comentario hizo reír a Jace mientras yo me retiraba de la biblioteca antes de que la bibliotecaria nos reprendiera. Este chico se había convertido en un gran compañero en muy poco tiempo, me estaba ayudando a ponerme al día con las materias teóricas ya que las practicas no tenían mucha ciencia. Él ya había comenzado a dar clases por ir un poco más adelantado por lo que tenía bastante datos para ayudarme a alcanzar a resto.
Ahora, además del casamiento, la llegada de un hijo me empujaba a tener un trabajo en la ciudad por si las giras terminaban. Sabía que a Paula le encantaba viajar pero, al mismo tiempo, conocía ese instinto materno que llevaba que no le permitiría alejar a nuestro hijo del lugar en el que estaba seguro, donde estaba su casa y, cuando fuese más grande, estuviesen sus amigos. Así es como me había empeñado duro en conseguir mi título en el profesorado y, en una semana me había puesto al día con dos materias importantes.
Ahora, sin embargo, no me podía concentrar en algo más que no fuese mi prometida. Necesitaba llegar a la tienda de vestidos de novia antes de que perdiera los nervios. Había intentado persuadirla de que dejara el trabajo o lo hiciera en casa pero lo único que había conseguido había sido un par de gritos y mi novia disgustada porque la estaba tratando de invalida.
Lo que ella no entendía era que estaba aterrado de que le sucediera algo a ambos, que corriera algún peligro del que no pudiera solucionar. Estaba completamente nervioso todo el tiempo y necesitaba saber en donde se encontraba a cada instante. Corría el riesgo de volverme loco y sólo había pasado una semana desde que me había enterado. No quiero pensar en lo que será dentro de un par de meses.
—Bueno, pero miren quien llegó —La sonrisa de Macky fue la que me recibió cuando entré a la tienda—. Parece que tenemos a un flamante novio para que vistas, Quino, puedes venir ya.
El chico rubio apareció de la parte trasera con una cinta métrica alrededor de su cuello. Él me sonrió mientras se acercaba a saludarme y el brillo que vi en sus ojos me advirtió que me estaba ocultando algo, ambos en realidad. Macky le dio un codazo cuando Quino regresó a su lado que me hizo poner alerta.
—Vine a buscar a Paula —Dije tratando de restarle importancia a sus miraditas—. Tenemos la cita con el obstetra hoy.
—Ella viene enseguida, estábamos haciendo... —Otro codazo ¿Que demonios le pasaba a este par? —Estábamos terminando un diseño par una clienta.
—¿Sigue aquí? ¿Necesitan que vuelva más tarde? —No quería interferir en su trabajo, eso no era parte de mis planes— Porque no tendría problema en esperarlos un poco más.
—Está todo bien, Joaquín, la clienta se acaba de ir y nosotros solo preparábamos la prueba de la próxima —Macky se encogió de hombros—. Podríamos aprovechar y ver lo que vas a utilizar en tu boda.
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Una vida contigo. [EDMMA #3]
RomanceDecisiones que tomar. Alegrías que compartir. Peleas que enfrentar. Reconciliaciones que atravesar. Tristezas que superar. La vida transcurre y solo queda vivirla. Si te enamoraste de esta gran historia de amor, no podes perderte este vistazo a la v...