Capítulo 13.

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Narra Joaquín.

El sol entraba por la ventana, dándome directamente en la cara. Cuando abrí los ojos, Paula no estaba a mi lado y eso me pareció raro. Me senté en la cama y me estiré para eliminar cualquier rastro de sueño que pudiera tener. Tenía una misión esta mañana: Encontrar a mi novia, esté donde esté.

Me dediqué a revisar en toda la habitación, en el baño, hasta en el balcón, pero nada. Vi las valijas acomodadas cerca de la puerta de la habitación, lo que me dejó ver que quizás Paula había bajado a desayunar. Eso significaba que tendría que expandir mi lugar de búsqueda.

Tomé algo de ropa y me metí a baño para tomar una ducha. Tenía que estar listo para el viaje que nos esperaba en un par de horas, otra ciudad a la cual debíamos impresionar. El agua corría por mi cuerpo, sacando cualquier rastro que pudiese quedar de sueño y liberándome de cualquier tensión que podía sentir.

Ya vestido y listo para salir de la habitación, tomé mi celular y la llave de la habitación para ir a buscar a Paula. Fue ahí cuando vi la nota sobre la mesita, con la caligrafía de Paula, dejándome en claro que se encontraba en la cafetería del hotel, desayunando con Jeremy y Karen.

~Llamada telefónica~

—¿Hola? —Contesté mi celular mientras entraba en el ascensor.

—Yo se que me extrañas, no hagas que no te acuerdas de mi. —La voz de Kathia llega del otro lado de la línea.

—Ya decía yo que había pasado demasiado tiempo sin que me molestaras —Me reí mientras el ascensor bajaba—, en serio, no entiendo como lograste no llamarme por tres días.

—Fueron dos, y no lo hice porque estaba ocupada. —La voz de mi amiga salió tan alegre que me sorprendió.

—Los llevas contados, vaya que me extrañas. —Sonreí al hacerle burla.

—¡No tengo a quien molestar! Anahí es taaaaaan correcta que no me puedo divertir en la Academia —Suspiró de manera dramática—, extraño a Karen y la posibilidad de sembrar el caos mientras ella está cerca.

—Extrañas molestarnos, básicamente. —Me reí.

—Puede ser... Pero no te llamé para eso —Se quejó por, aparentemente, cambiarle de tema  y no dejar que me diga lo que la hizo llamarme—. Quería contarte que gracias a ti, Will esta feliz.

—Se fueron a vivir juntos.

—No es justo que siempre sepas de que te estoy hablando —Pude imaginarla poniendo los ojos en blanco—, se suponía que debía ser una gran sorpresa para ti.

—¿Te das cuenta que no voy a gritar todo emocionado como harías con cualquiera de tus amigas? —Pregunté mientras salía del ascensor para ir hacia la cafetería— Soy del tipo que te da una palmadita en el hombro y te dice "Felicidades hermano."

—Ja, ja, ja, estás en gracioso hoy ¿no? —Me reír de su queja, Kathia podía ser un dolor de trasero pero era una gran amiga— Ya que no tengo otra noticia para contarte, y como me robaste la sorpresa, cuéntame que tan mal la están pasando con Paula ¿Anda por ahí?

—La estoy yendo a buscar, está desayunando con Karen y Jeremy —La gran sala donde estaba la cafetería poco poblada, solo dos o tres mesas estaban ocupadas—. Parece que se le dio por madrugar.

—¿Y qué onda el tipo que los contrató? ¿Un jovato como el que nos contrató con Wood? Siempre son señores mayores los que trabajan en esto.

—Tiene la edad de Jeremy y es el hijo de un ex-representante de él que se quiere hacer cargo del negocio familiar. —Mis ojos se posaron en cuatro cabezas que parecían conversar animadamente y Paula estaba allí.

Una vida contigo. [EDMMA #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora