Narra Paula.
Estaba próxima a entrar en el tercer mes, a tan solo un par de días, y mi vida se había convertido en un caos. Desde que todos se enteraron que no solo esperaba un bebé, sino que eran dos, me dejaban hacer cada vez menos cosas y estaba comenzando a fastidiarme demasiado. Alguien debería enseñarles a no molestar a una mujer embarazada.
Él único que parecía saber como llevarme, por suerte para él, era Joaquín. Mi novio no intentaba inmovilizarme o prohibirme hacer algo, pese a que tal vez era el más preocupado de todas las personas que me rodeaban. Él había comenzando a preparar un par de exámenes, por lo que lo veía cada vez menos e Isa se encargaba de entretenerme cuando no estaba yendo al conservatorio para continuar con sus estudios.
Agradecía que tenía con que entretenerme. Estaba diseñando cada vez más y, de vez en cuando, me ponía a dibujar para poder distenderme un poco. Necesitaba como loca una buena dosis de descarga de ballet, pero no me sentía segura con practicarlo. Francamente, temía hacer un mal movimiento que me llevara a caerme y lastimar a mis hijos, por lo que había comenzado a dibujar cada vez más y más.
—Tenemos una boda que planear y no recibiré un no por respuesta. —Isa entró a la casa sin molestarse en llamar. Al parecer, le había sacado una copia de las llaves a Joaquín con la excusa de que sería para emergencia.
—No tengo nada que planear, quiero una boda en la playa y no pararé hasta tenerla. —Me encogí de hombros cuando mi hermana me miró con la boca abierta.
—Por dios, te has convertido en una demandante con esto de estar embarazada —Ella puso los ojos en blanco luego de recuperarse del shock ante mi actitud—. Ahora tienes que saber que eso ya lo sabía, Joaquín me contó de su pequeña charla. Y, para tu grata sorpresa, logré que toda la familia pueda viajar un fin de semana para que puedas hacer tu preciada boda en la playa.
Isa se dejó caer a mi lado en el sofá de la sala, junto con su gran carpeta destinada a la planificación de su propia boda y un montón de revistas con vestidos de novias y miles de cosas más que debía escoger para la boda.
—Sabes, esas son un insulto para mi —Señalé la primer revista que tenía un gran vestido en la portada—. ¿Qué te hace pensar que no diseñaría mi propio vestido?
—Tal vez no te decidías por uno —Se encogió de hombros—. Sólo las traje por si acaso, no necesitas ponerte toda a la defensiva.
—Lo siento, son un poco las hormonas. —Suspiré y cerré los ojos.
—Ahora, dime un poco más sobre la charla que tuviste con Joaquín. Quiero saber como es que te imaginas tu boda así podremos establecer un patrón para ir armándola.
No fue muy difícil recordarla, había ocurrido luego de que mi cuerpo exigiera un poco de atención de mi prometido. Sonreí ante el recuerdo de esa noche, como Joaquín trajo a colación el tema de que quería una larga luna de miel para poder tener sus manos en mi cuerpo cuanto tiempo quisiera y como eso derivó a mis deseos de como casarme.
~Falsh Back~
Después de sentir todas esas tiernas y sensuales caricias de Joaquín solo quería acurrucarme a su lado y dormir un poco. Sin embargo, mi novio tenía otra idea. Sus dedos comenzaron a trazar cada curva de mi rostro mientras una sonrisa satisfecha atravesaba su perfecto rostro. Sip, era su sonrisa de hoyuelos que me volvía loca.
—Sabes, estaba pensando que tendremos una luna de miel larga, larga, larga. —Su sonrisa se hizo aún más amplia, si eso era posible, marcando con mayor profundidad sus hoyuelos.
—Tienes la idea fija. —Traté de sonar ofendida, cuando había sido yo quien lo incitó a desnudarme no hace mucho tiempo atrás. Estaba hecha toda una descarada.
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Una vida contigo. [EDMMA #3]
RomanceDecisiones que tomar. Alegrías que compartir. Peleas que enfrentar. Reconciliaciones que atravesar. Tristezas que superar. La vida transcurre y solo queda vivirla. Si te enamoraste de esta gran historia de amor, no podes perderte este vistazo a la v...