Capítulo 18.

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Narra Paula.

—Cuéntame algo que no sepa de ti —Me preguntó Scott una vez que estuvimos ubicados en una mesa que daba la vista a una gran ventana—, solo se que eres una excelente bailarina. Algo más tienes que estar ocultando.

—No hay mucho —Me encogí de hombros mientras tomaba mi taza de café—. Estoy a una materia de recibirme de Diseñadora de indumentaria, a punto de abrir una tienda especializada en vestidos de novias, me encanta pasar tiempo con mi familia y estoy de novia, pero creo que esa parte ya la conoces.

—Claro que la conozco —Dijo con una sonrisa enigmática que logró poner mis nervios alertas—. Es grandioso que no solo te hayas quedado con el ballet para tu vida.

—En realidad, mi carrera tiene que ver con una época de mi pasado que no me gusta hablar mucho —Esos recuerdos aún me afectaban, pese a todos los años que habían pasado—. Siempre me gustó dibujar pero el ballet había sido una prioridad en mi vida por lo que pasé mucho tiempo dejándolo de lado.

—Y esto de lo que no quieres hablar te acercó de nuevo a esta cosa tuya por el dibujo —Asentí mientras comía un trozo del pastelito que había pedido—. Debo decir que eres fantástica en eso también, aquel diseño que te vi haciendo era muy hermoso.

—Gracias. —Sonreí y sentí mis mejillas sonrojarse.

—Lastima que no esté planeando casarme —Dijo para aligerar el ambiente—. Estoy segura de que cualquier novia estaría encantada con un diseño tuyo.

—La verdad, mi primer clienta fue mi cuñada y no hice yo sola —Me encogí de hombros—. Trabajo con una compañera de facultad que en este momento está preparando todo para abrir nuestro propio local. Nos asociamos con un amigo también, ellos están preparando todo.

—Lo tienes todo planeado parece. —Sonrió y alentándome a seguir hablando.

—La verdad es que no esperaba tener una pasión por hacer algo así, ni siquiera me gustan las bodas —Mi corazón dio un vuelco al recordar que eran muy pocos los que conocían mi aversión por la bodas—. Pero todo el mundo me repite que tengo como un don para entender a las novias en el momento más importante de sus vidas.

—Eso debe ser bueno. —El tomó un sorbo de su café negro sin quitarme la vista de encima.

—Lo es y a la vez no —Mis ojos por un momento se fueron al contenido de mi taza y comencé a trazar el borde de la misma con la punta de mis dedos con un gesto ausente—. Creo que una parte importante de su momento recae sobre mi y esa presión suele jugarme en contra. Tal vez por eso requiero a gente que me rodee cuando lo estoy haciendo.

—Excepto cuando estás dibujando —Levanté mi ojos a los suyos al recordar cuando lo había corrido en el avión y la vergüenza me invadió al recordarlo—. Creo que lo aprendí de la manera más dura.

—Yo lo lamento —Comencé a balbucear mientras trataba de que mis nervios no se fueran de mi—, la verdad es que estoy acostumbrada a que todos conozcan la condición de "No molestar a Paula cuando está creando". Y la verdad es que no me paré a pensar que tu no eras nadie que conociera esa parte de mi vida. Lo siento.

—Deja de disculparte, Karen me contó algo de eso luego de que me echaras de tu lado en cuanto pudiste. —Rió un poco haciendo que me tranquilizara solo un poco.

—Karen lo a atravesado varias veces. Ha pasado horas hablándome de algo mientras estaba creando y nunca supe de que me habló. —Scott rió ante mi comentario y no pude evitar sonreír.

La verdad es que había esperado sentirme más incomoda con este café con Scott pero él se estaba comportando como un completo caballero. Por momento me olvidaba de que era mi jefe y lo único que veía era a un joven hombre completamente cómodo con su forma de ser, seguro de si mismo y realmente guapo. No había forma de negar esa cualidad.

Una vida contigo. [EDMMA #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora