Capítulo 22.

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Narra Joaquín.

Anoche, cuando había regresado de cerrar el trato con Reachel, había encontrado a Paula durmiendo en nuestra cama, hecha un pequeño ovillo. No dudé en unirme a ella y abrazarla como todas las noches cuando dormíamos. Un abrazo a su suave cuerpo me ayudó a relajarme y dormirme tan profundamente que me sorprendió no notar que Paula se había levantado antes que yo.

Cuando abrí los ojos, esta mañana, noté su ausencia enseguida. La mitad de la cama estaba vacía y se sentía el frío de su ausencia. Demasiado romántico, pero era lo que sentía. Tal vez se había levantado a preparar el desayuno. Sonreí perezosamente al imaginarla cocinando para mi. Eran pocas las veces que ella cocinaba y siempre era un gran acontecimiento que lo hiciera.

—Preciosa... —La llamé mientras me sentaba al borde de la cama. Pero nadie me contesto— ¿Pau? —Volví a intentar, pero el departamento estaba demasiado silencioso. Esto era completamente extraño— Paula, ya estuvo. No estoy para bromas.

Me recorrí cada rincón del departamento buscándola. No estaba ni en el baño, ni en la cocina, ni en la terraza. No estaba por ningún lado. Mi corazón se comenzó a acelerar al darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Ella se fue. Pero ¿Por qué? ¿Qué jodida mierda había pasado para que ella haya salido corriendo? No había manera de que yo hubiese hecho algo que la haya molestado.

La frustración se estaba apoderando de mi cuerpo mientras me juraba que no pararía hasta encontrarla. Ella me debía una explicación. No se podía ir así como así. Comencé a caminar de una punta a la otra para pensar que es lo que podría haberle molestado cuando vi un trozo de papel sobre la barra que dividía la cocina del comedor.

Una carta.

Prácticamente corrí hasta tenerla en mis manos. La caligrafía de Paula llenaba cada renglón de aquel pedazo de papel con parte del porqué se iba. Mi corazón se aceleró y dio un vuelco a medida que avanzaba sobre cada una de sus palabras. Esto no podía ser cierto.

"Querido Joaquín:

                Se muy bien que esta no es la mejor manera para despedirme, para decirte todo lo que me pasa por dentro. Pero es la única manera que encuentro que tal vez nos haga menos daño a ambos. O por lo menos, evite que mi corazón termine de romperse.

                No tengo idea de porque no me dijiste que ya no sentías lo mismo, porqué me ocultaste todo este tiempo que tus sentimientos habían disminuido y que tal vez habías encontrado a alguien más con la cual estar. Yo te hubiese entendido, me hubiese dolido muchísimo porqué aún me siento como la primera vez que decidimos estar juntos, pero hubiese hecho lo posible por comprenderte. Te hubiese dejado ir.

                 Pero creo que lo que más me dolió tiene que ver con que hayas jugado conmigo. Hasta el último momento me dijiste que me amabas, que siempre estarías conmigo, pero en menos de dos días después de regresar de nuestro viaje corriste a los brazos de otra mujer y nadie me lo contó. Lo vi con mis propios ojos y por eso decidí decirte lo que me pasa por este medio, porque no soportaría verte negar lo que mis ojos vieron.

                Quiero que sepas que siempre te voy a amar, pero no puedo quedarme sabiendo que me mentiste. Lo siento por irme así, tenes que entender que creí que fue lo mejor. Gracias por todo lo que vivimos, siempre lo tendré en mi corazón. Espero que seas siempre feliz, te amo más que a nada en este mundo.

                                                                                                      Siempre tuya, Paula."

Una vida contigo. [EDMMA #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora