Narra Paula.
—Vamos Joaquín, no nos podemos pasar todo el día aquí adentro —Me quejé mientras trataba de salir del agarre de sus brazos—. En serio, salgamos a explorar un poco que mañana estaremos el día ocupados.
—Pero tendremos los próximos dos días después de eso para recorrer todo —Afirmó mientras se aseguraba de que no tenía forma de escapar de sus brazos—. Quédate un rato conmigo, abrazados así. Juntitos.
Sus labios comenzaron a viajar de mi mandíbula hacía el hueco de mi cuello, cortándome la respiración con tan suave caricia. Él sabía perfectamente como desconectar cualquier pensamiento coherente de mi cabeza. Sin embargo, esta vez no iba a conseguir lo que quería.
Estábamos en París, no había manera alguna de que me quedara encerrada un día pudiendo disfrutar de tremendo lugar. Nop, no lo haría.
—Vamos, holgazán, tu novia quiere ir a explorar —Me aparté lo más que el me permitió para hacer el mejor puchero posible, con el labio inferior hacia afuera y ojitos tristes—, por favor.
—¡Oh, Diablos! ¿Cómo se supone que me pueda negar a esa cara? —Entrecerró los ojos en mi dirección— Eso es jugar sucio, preciosa.
—Tengo que usar todo lo que esté a mi alcance para conseguir lo que quiero —Le obsequié la sonrisa más brillante en mi haber—. Además, podríamos pasar un muy buen rato por ahí, sin entender una palabra que los franceses digan.
—Cela ne veut pas tout à fait vrai, mon amour.—Mis ojos se abrieron como plato al oír el perfecto francés en mi novio. No tenía idea de que lo hablara.
—¿Por qué no tenía idea de que hablabas francés tan bien? ¡No es justo! —Le golpeé el brazo mientras el se reía— ¿En qué momento aprendiste? ¿Y qué significa lo que acabas de decir?
—Demasiadas preguntas, haces demasiadas preguntas —Dijo entre risas—. Te dije: "Eso no será del todo cierto, mi amor". No sabías porque nunca preguntaste y aprendí mientras el contrato con Wood nos trajo aquí. Fue un momento en el que Kathia y yo no eramos demasiado amigos —Él se encogió de hombros—, por lo que opté por aprender un poco del idioma.
—A veces me sorprende que aún tengas secretos conmigo —Sonreí aunque el se tensó a mi lado. No le di demasiada importancia y volví a concentrarme en mi objetivo—. Ahora, por no darme ese pequeño dato de información, me llevarás a tomar algo por ahí.
—Me vas a terminar sacando de aquí ¿No es así? —Sonreí ampliamente cuando Joaquín me miraba fijamente— No me vas a dejar tranquilo hasta que no te diga que si ¿Cierto?
—Si tienes ganas de seguir escuchándome rogar por ir a dar una vuelta —Me encogí de hombros—, puedo continuar sin problemas.
—De acuerdo —Dijo frotándose el rostro con ambas manos en señal de exasperación—. Ve a cambiarte así salimos.
—¡Gracias! —Grité mientras me subía a horcadas de su cuerpo para llenarle el rostro con beso— ¡Gracias, gracias, gracias! —Joaquín se reía entre medio de todos los beso que le daba.
—Ahora ve antes de que me arrepienta. —Pero no me dejó alejarme enseguida. Me dio un lento y dulce beso antes de dejarme ir a prepararme para ir a recorrer París.
En un abrir y cerrar de ojos me encontraba preparada para salir a disfrutar de la tarde parisina. Joaquín no tardó tanto como yo, pero ambos nos encontrábamos caminando por las calles de la ciudad de las luces con lentes y el cabello húmedo por la ducha que nos habíamos dado antes de salir.
Karen no había llamado ni molestado en ningún momento, al parecer tenía su propio itinerario con su marido. Scott se había ido por su lado ni bien habíamos llegado a la ciudad, lo que agradecí porque no estaba de ánimos para soportar sus atenciones teniendo a Joaquín a mi lado. Solo no quería nada que incomodara nuestra relación en todo esto.
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Una vida contigo. [EDMMA #3]
RomanceDecisiones que tomar. Alegrías que compartir. Peleas que enfrentar. Reconciliaciones que atravesar. Tristezas que superar. La vida transcurre y solo queda vivirla. Si te enamoraste de esta gran historia de amor, no podes perderte este vistazo a la v...