Una vida contigo. [EDMMA #3]

Capítulo 3.

 Narra Paula.

—Tenemos una gira mundial.

Las palabras de Karen fueron un baldazo de agua. No hacía ni cinco minutos que habíamos llegado a la Academia y Karen nos soltaba esto. Era para pegarle. Siempre se había manejado con tacto, tratando de que las noticias no impactaran tanto. Pero no pudo con esto. El rostro de Joaquín estaba en shock, parecía no terminar de comprender.

—Dime que no acabas de decir lo que acabas de decir —Tomé un largo suspiro—. Tienes que estar bromeando.

—No estoy bromeando Paula, es la simple realidad —La muy descarada se encogió de hombros que si no estuviera diciendo nada raro—. Tienen una gira mundial, París, Milán, Roma, Venecia, New York, Los Ángeles, y ese es un pequeño aperitivo.

—¿No vas a decir nada? —Me giré a un muy tranquilo Joaquín— ¿No piensas abrir la boca?

—¿Mundial? —Preguntó, estaba igual de sorprendido— ¿Realmente es mundial?¿No estarás jugando con nosotros?

—Nunca podría jugar con ustedes —Karen puso los ojos en blanco—, además, ustedes dijeron que estaban abiertos a la posibilidad...

—¿En esto no tendrá que ver tu marido, no?—Siempre sospecharía de estas presentaciones esporádicas— Estoy segura que desde que te casaste empezamos a realizar más presentaciones.

—Deja de meter al pobre de Jeremy en todo esto —Karen se cruzó de brazos haciéndome reír por su gesto. Estaba realmente enamorada de su reciente marido—. Que él tenga contactos nos puede beneficiar, deja de quejarte.

—Tengo... Tengo que asimilarlo... —Paula cerro los ojos— ¿Realmente estas hablando de eso?

Y lo estaba. Se fue por unos instantes hacia la secretaría de la Academia, dejándonos a Joaquín y a mi a la espera de que aparezca. Esto era realmente inesperado. Me estaba preparando para montar mi negocio de vestidos de fiestas con Macky y Quino, las últimas materias para recibirme. Joaquín había empezado con su carrera universitaria. Esto no podía estar pasando justo ahora.

Pero, después de todo, ¿Cuándo volvería a tener una oportunidad como esta? Joaquín se acercó a una ventana. Por alguna extraña razón estaba teniendo una sensación de de javù. No quería volver a pasar lo mismo que años atrás. Vi como Joaquín se cerraba y sabía perfectamente lo que estaba pensando.

—No vayas ahí.

—¿Humm? —Cuando Joaquín volteó a verme supe lo que le pasaba. Me acerqué a él para calmarlo— ¿Qué no vaya a donde?

—Al pasado —Pasé mi mano entre su cabello. Él cerró los ojos y dejo ir un suspiro—. Las cosas son distintas esta vez, no es lo mismo.

—No puedo evitar acordarme Pau —Sus brazos rodearon mi cintura y escondió su rostro en el hueco de mi cuello—. Sabes que no haré nada que no quieras, esta será tu decisión.

—Gracias por el pase de responsabilidad —La que suspiró esta vez fui yo. Lo abracé como pude—. Se supone que tienes que ayudarme a decidir, ¿Qué clase de novio eres?

—Uno que quiere lo mejor para su novia —Se apartó y esta vez fui yo la que me refugié entre sus brazos—. Solo quiero lo mejor para vos, te amo más que a nada en este mundo. No quiero que nada cambie lo que tenemos, la vida que estamos armando.

—Nada va a cambiar lo que nos pasa Joaquín, lo que sentimos —Lo obligué a que me mire—. Intentamos una vez, pero no pudimos. Tienes que entender de una vez que nada nos va a separar.

—Lo sé, pero no puedo evitarlo. Creo que me afecto ver a Christian —Se encogió de hombros—. No se lo que haría si te perdiera.

—No tienes que pensar en eso porque nunca sucederá —Sonreí ampliamente. Amaba cuando él se sentía vulnerable porque sus sentimientos salían a flor de piel—, tienes que dejar de preocuparte por cosas sin sentido.