I'm back bitches/Seth clearwater.

Capitulo 1

Desde entonces, algo cambió en mí. Mi vida se volvió un desastre. Estaba destrozada, pero me había prometido no derramar más lágrimas por esas Sanguijuelas. Acordé con mis padres irnos a vivir a diferentes lugares del mundo. Llevábamos viviendo en Canadá tres meses. Me repetía a mí misma que era mejor estar sola. Un día, todo cambió... resultó que yo era una bruja.

FLASHBACK

Hoy me sentía terrible — ¡Sasha, baja por favor! — gritó mi madre.

— ¡Ya voy! — bajé rápidamente. — ¿Qué quieres? — le dije a mi madre.

— No me respondas así — suspiró. — Sasha, quería hablar contigo sobre... — la interrumpí.

— ¿Sobre qué? — estaba enojada, no sabía por qué, y las cosas a mi alrededor empezaron a flotar.

— ¡Amor! — gritó mi madre.

— ¿Qué pasa, Sarah? — preguntó mi padrastro entrando en la cocina.

— ¡Que, es bruja! ¡No es Squib! — dio saltitos como un conejo por la sala emocionado.

— ¡Cariño, no es el momento! — gritó mi madre. — Cielo, siéntate — me dijo, tratando de tranquilizarme.

Me senté, atónita. ¿Acaso Dago dijo "bruja"? Pensé en las brujas de Harry Potter.

— ¿Soy bruja? — pregunté.

— Sí, cielo, eres bruja...

Fin del Flashback

Así me enteré de que soy bruja. Pero pensé que era como las brujas de Harry Potter, pero no, soy como la Bruja Escarlata. Gracias a mis poderes, uno de mis ojos se volvió verde; cada vez que los uso, mis ojos se vuelven rojos.

Desde entonces, entreno todos los días con mi padrastro. La verdad es que estoy irreconocible. Gracias al ejercicio me han salido curvas y tengo trasero, por lo que le agradezco a Hécate. Ahora tenía mi cuerpo todo marcado. Gracias a la magia, ya no tengo que usar gafas ni brackets. Hace 3 años me fui de Forks, y la verdad no me arrepiento. Cambié drásticamente. Digo lo que pienso, no me da pena nada, pero no cambia el hecho de que mis padres están cada vez más extraños...

— ¡Mamá! — grité, estaba harta. No sabía qué pasaba con mis padres, y estaba cada vez más nerviosa.

— Dime, Sasha — la rizada pelirroja respondió, tratando de estar tranquila.

El entró serio a la cocina.

— Querida, creo que es hora de decírselo — susurró el de los ojos verdes.

Mi madre suspiró.

— Está bien — suspiró mi madre y se sentó en la sala. — Sasha querida. Queremos que te vayas a Forks, a una cabaña que tenemos a las afueras de la reserva — dijo mi madre, soltando una bomba así.

— ¡Qué! — fue lo único que pude decir.

— Como escuchas, cielo — dijo mi padrastro, sosteniendo la mano de mi madre mientras dibujaba círculos invisibles en sus manos.

— ¿Por qué? — pregunté alterada.

— Amor, últimamente algo peligroso anda detrás de... —el interrumpió a mi madre.

— Querida, los papeles de la escuela — insistió mi padrastro.

— Pero en 4 meses me gradúo — dije con impotencia.

— Lo sabemos, querida — dijo mi madre, mientras me sonreía. — Será una temporada, lo prometo. Después iremos todos a Forks y podremos ir a la playa como tanto te gustaba...