I'm back bitches/Seth clearwater.

Capitulo 35

Leah se había ido desde hace mucho rato y Gwen no se había callado desde que ella había dicho que deberíamos abrir un restaurante. Estaba de pie en la cocina, hablando emocionadamente sobre menús y decoraciones, mientras yo limpiaba los platos.

—Imagina esto, Sasha —dijo Gwen, gesticulando con entusiasmo—. Un pequeño lugar acogedor, con una temática rústica. Podríamos servir comida casera, algo así como lo que Magnus prepara. ¡Sería un éxito!

Me reí, disfrutando de su entusiasmo contagioso.

—Gwen, apenas podemos con todo lo que está pasando ahora. No creo que abrir un restaurante sea lo más práctico en este momento.

—Lo sé, lo sé —admitió Gwen, finalmente sentándose en una silla—. Solo estaba pensando un poco.

—Podríamos tocar música en vivo —dijo Magnus, uniéndose a la conversación mientras secaba un plato—. Imaginen a Gwen y a mí en el escenario, tocando. Sería un gran atractivo.

Gwen se iluminó aún más.

—¡Exacto! Sería perfecto. Buen ambiente, buena comida, buena música. Podríamos hacer noches temáticas y eventos especiales.

Negué con la cabeza, sonriendo ante la visión idealista de Gwen y Magnus.

—Es una idea hermosa, chicos. Pero primero, tenemos que resolver todo esto —dije, pero no podía negar que era una idea tentadora—. ... Aunque podríamos contratar a los de la manada y en forma de ayuda.

Lo primero que se me había venido a la mente era poder al menos ayudar a los de la manada con un poco de dinero extra. Sería una buena forma de ayudar, más que todo, ayudar a Seth. Gwen me miró con una sonrisa maliciosa, moviendo las cejas de arriba para abajo.

—Ajá, ya veo por dónde va esto... ¿Contratar a los de la manada? ¿O a alguien en particular? —dijo Gwen, enfatizando "alguien" mientras seguía moviendo las cejas.

—¡Gwen! —protesté, sintiendo cómo el calor subía a mis mejillas—. No es solo por eso. Todos podrían beneficiarse de algo de dinero extra.

Gwen soltó una carcajada, divertida por mi reacción.

—Sí, claro. Pero no puedes negar que Seth fue lo primero que se te vino a la mente.

Resoplé, tratando de mantener la compostura.

—Tal vez... un poco —admití finalmente, desviando la mirada.

—¡Lo sabía! —exclamó Gwen, triunfante—. Te preocupas mucho por él, y eso es algo bueno. Pero también es divertido ver cómo te pones roja.

Magnus observaba la escena con una sonrisa, divertido por nuestra conversación.

—Bueno, si terminamos resolviendo todo esto con la Piedra Romaní, podríamos considerar seriamente lo del restaurante —dijo Magnus—. Creo que sería una gran idea, y podríamos involucrar a todos.

—Sí, primero lo primero. Pero es una idea que vale la pena mantener en mente —dije, sabiendo que teníamos mucho por delante pero también esperanzada por un futuro más tranquilo y próspero para todos nosotros.

— O podríamos hacerlo ya para intentar tener una vida al menos medio normal —propuso Gwen, mirándonos a Magnus y a mí con entusiasmo.

—Creo que Gwen tiene un punto. Podría ser una buena oportunidad para crear algo estable y positivo para todos nosotros. Un restaurante podría ser una forma de centrarnos en algo diferente y útil —Magnus reflexionó por un momento—. Podría ser algo positivo.

Me quede en silencio por un segundo. En realidad no era tan mala idea, mantenernos un poco ocupados nos vendría bien, pero teníamos que buscar ayuda para no enloquecer.