Capitulo 19

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Estuvimos el resto de la tarde donde Emily, lo que me pareció es como encajábamos perfectamente con la manada, Emily dijo que podíamos ir a almorzar cuando quisiéramos a su casa, tenía las puertas abiertas para nosotras lo que me pareció muy lindo de su parte. Me pareció chistoso que fuéramos por una cosa y terminamos haciendo otra, pero los chicos prometieron que nos llevarían el día de mañana. hoy Seth me pidió que lo acompañara hacer ronda lo cual no dude aceptar, puede que suene raro, pero me gustaba estar cerca del metamorfo.

— ¡Me voy! — grité para informar a Gwen.

— ¡Deberías invitarlo a un helado! — sugirió ella.

La verdad es que no era una mala idea. Salí de la cabaña y me dirigí al acantilado, que era nuestro punto de encuentro. Cuando llegué, él no estaba, así que me senté en el suelo y contemplé el mar. A veces me preguntaba cómo la gente podía dañar lugares tan hermosos como ese. Vi algo asomarse en el mar y me disponía a levantarme para ver mejor cuando alguien tocó mi hombro.

— Perdón por retrasarme — susurró Seth.

Le sonreí para tranquilizarlo y él se ruborizó.

— Tranquilo — respondí. Él sonrió y de repente me encontré sonrojada, lo cual no entendí del todo.

— ¿Cómo estás? — preguntó en tono dulce.

— Bien, supongo...

— ¿Cómo te has sentido con todo lo de tus padres? — preguntó tímidamente, atento a mi reacción.

— Pues... — Suspiré mientras comenzábamos a caminar — no es fácil, pero Gwen está aquí, y tú también, y Billy. Me siento más tranquila. Estoy esperando que me manden los cuerpos para hacerles la despedida que se merecen. Sé que están en un buen lugar, aunque duela. — Sentí su mirada de reojo mientras caminábamos. Luego sentí cómo me abrazaba, un gesto que me tomó por sorpresa, pero le devolví el abrazo.

— ¿Sabes que estoy aquí para ti? — dijo después de un breve silencio — Estamos, estamos para ti — corrigió, haciéndome sonrojar. Escuché cómo su corazón comenzaba a acelerarse.

— Gracias, Seth — susurré separándome un poco de él, aunque él no quitaba las manos de mi cintura. Noté que era varios centímetros más alto que yo y que sus ojos cafés, casi negros, tenían un brillo encantador — ¿Por qué demonios eres tan alto?

Ambos reímos.

— Tú eres demasiado baja — bromeó él, pero luego se quedó callado de repente, mirándome a los ojos. Sus ojos me intimidaban, pero de una manera no desagradable. Me acerqué a su rostro y le besé la mejilla. Cuando me di cuenta de lo que había hecho, me sonrojé profundamente, me separé de él y me giré.

— Vamos, terminemos rápido y te invito a un helado — dije, comenzando a caminar. Él aceleró el paso para alcanzarme.

...

Llevábamos casi una hora en el bosque, jugueteando y hablando de mil cosas. Cada vez que mencionaba el tema de las improntas, notaba cómo se tensaba. No entendía bien por qué, pero vi que le incomodaba, así que decidí no mencionarlo más. Mierda. De repente, me detuve y Seth me miró preocupado.

— ¿Estás bien?

Me quedé quieta por un momento.

— ¿Qué día es hoy? — pregunté, y él me miró.

— Hoy es dos de septiembre — dijo, y palidecí ante esas palabras — ¿Por qué? — continuó, acercándose a mí y sujetándome los brazos, pensando que me iba a desmayar.

— Gwen cumple años en una semana y no tengo un regalo para ella — tragué saliva y Seth rió.

— Me asustaste — me soltó y tocó mi mejilla — aún tienes una semana — acarició mi mejilla, se sentía reconfortante — y si quieres, yo te acompaño.

Lo miré.

— ¿Qué te parece mañana? — pregunté, y él sonrió.

— Solo tengo que hablar con Sam — nos separamos y seguimos caminando.

— ¿Cómo te va en la escuela? — pregunté.

Él hizo una mueca.

— Soy bueno en matemáticas — dijo orgulloso — pero Historia... digamos que no nos llevamos bien — ambos reímos.

— ¿Y en las demás materias? — él asintió — Si quieres, puedo ayudarte — le ofrecí — Era bastante buena en la escuela. Cuando necesites ayuda en cualquier materia, avísame — él sonrió.

— Me vendría muy bien, la verdad. ¿Pero no estás en la universidad? — preguntó.

— No — le miré — Estoy en mi año sabático.

— Perfecto, entonces serás mi tutora — bromeó — ¿Cuándo podemos empezar?

Me miró esperando mi respuesta.

— ¿Te parece en tres días? — él asintió.

En ese momento se acercó un lobo de pelaje marrón.

— Jared — saludó Seth.

— Hola — saludé también.

El lobo ladró y mostró una sonrisa lobuna.

— Bueno — miré a Seth — ¿Vamos a comer helado?

— Vamos — susurró sonrojado, me tomó de la mano y me alejó de Jared.

Seth

Sasha y yo estábamos patrullando el bosque, yo en forma humana para poder hablar con ella, cuando llegó Jared con algo en el hocico.

— Jared — lo saludé.

Sasha analizó al lobo.

— Hola — saludó con ternura.

Ella se distrajo por algo mientras Jared se acercaba y dejaba caer algo negro y morado. Me agaché para ver qué era y me encontré con un condón. Me puse rojo y sin que Sasha lo viera, lo lancé lejos de nosotros. Jared ladró y me sonrió con una mirada lobuna.

— Bueno — miré a Sasha — ¿Vamos a comer helado?

— Vamos — la tomé con cuidado de la mano y la saqué rápidamente de allí.

...

Sasha

Llegamos a La Push y nos acercamos a un señor mayor que vendía helados.

— Escoge uno, yo invito — le sonreí.

— Yo quiero de fresa — escogió Seth, y el señor de los helados se lo entregó.

Sonreí y decidí.

— Yo quiero de limón — pagué y luego decidimos sentarnos en la playa.

— Aquí está bien — susurró Seth.

Ambos nos sentamos.

— ¿Qué piensas darle a Gwen? — preguntó Seth mirando al mar.

Pensé por unos segundos.

— Mamá siempre iba a una tienda de cuarzos en Port Ángeles — lo miré; tiene un perfil bastante bonito —. Supongo que iremos allí primero y luego a una tienda de ropa para ver si encontramos algo para Magnus — Seth me miró y sonrió.

La verdad es que me sentía extraña con este chico. Encajábamos de una manera muy buena, él es un buen chico, pero luego pienso en que es menor que yo y que podría meterme en problemas legales, aunque eso no le quita que sea guapo.

I'm back bitches/Seth clearwater.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora