Capítulo 29

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Estábamos todos en la cabaña habíamos ayudado a Magnus a bajar sus cosas del auto de Gwen, él nos informó lo que Madame les había dicho y que Gwen había caído en mi trance por yo pasarle mi vitalidad.

— ¿Me estás diciendo que tu Soulmate es una de las mujeres más ardientes que he visto? —pregunto Gwen apoyando sus manos en el comedor mientras Magnus estaba sentado al otro lado de la mesa.

— Si —admite su mellizo.

— ¿Por qué tu compañera si es sexy, buena persona e interesante? —se quejó Gwen mientras yo entraba a la cocina.

— Voy a hacer la cena —los dos me miraron con emoción— Voy a hacer Crepes —saque los materiales

...

Hablamos toda la cena sobre el trabajo de Magnus, menciono que estaba preocupado de Thea, pero Gwen dijo que no se preocupara, también nos informó que Davina había llamado y hablamos de lo que había ocurrido. Habíamos terminado de cenar y todos nos dirigimos a nuestros cuartos. Teníamos que adaptar la casa porque solo había dos cuartos así que mientras se quedaría con Gwen

Me lancé sobre mi cama, mi hermosa cama me volteé a mirar el techo. En menos de tres días pude haber muerto gracias a dios no iba en mi moto porque un trance en mi moto. Hice una mueca. Mire el techo Gwen ahora estaba bien y Magnus está aquí si miro desde un punto muy lejano vivir en Forks no estaba tan mal... 

Tenía amigos, tenía a Seth, los mellizos estaban aquí y lo único que no me agrada es el por qué estoy aquí. Fruncí el ceño, estaba empezando a llover. Me levanté de la cama para ponerme el pijama. Abrí mi closet para sacar mi camisa enorme y un pantalón chándal cuando escuché un golpecito en la ventana.

Abrí con cuidado la ventana.

—¿Seth que haces aquí? —estaba mojado de pies a cabeza con dos piedras en la mano con una sonrisa de mejilla a mejilla.— Joder está lloviendo y tú ahí te vas a enfermar.  

Él solo soltó una carcajada.

— Estoy aquí para verte —lanzo otra piedra que reboto contra la madera y yo chille y él volvió a reír.

— Si te vas a quedar ahí parado bajo la lluvia te vas a enfermar, entra—me aparte un poco de la ventana para que él entrara. Él soltó otra carcajada y retrocedió para tener impulso y salto, estaba chorreando agua, se sacudió como perro.— ¿Qué haces? —pregunte cuando siguió sacudiéndose haciendo que gotitas de agua me caigan, estaba fría— Seth para.

— ¿Cómo estás? —pregunto peinándose, la camisa negra se pega perfectamente a su cuerpo tonificado.

— Bien—le sonreí, noté que había crecido varios centímetros en lo que yo llevaba aquí, ya que tenía que alzar mi cabeza un poco para poder mirarlo.

— ¿Tengo algo en la cara? —pregunto y yo me puse roja, me había quedado callada observándolo.

— Pues si no te quitas esa camisa mojada te vas a enfermar —puse una de mis manos en mi cintura.

— No me puedo enfermar —afirmo él cerrando la ventana.

— Pero vas a mojar el piso —él se cruzó de brazos y miro al suelo para confirmar lo que estaba diciendo y efectivamente había un charco debajo de él— Quédate quieto —me acerque a él, pero a una distancia aceptable, estire mis manos casi tocando su pecho. Note como mis ojos habían cambiado a rojo por el reflejo de los ojos de Seth, quien me miraba atento— Leiunium remittit —un aura rojo escarlata rodeo a Seth y poco a poco su ropa se empezó a secar al igual el charco del suelo— Listo, ya no estás mojado.

I'm back bitches/Seth clearwater.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora