Capítulo 36

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Al abrir los ojos, me di cuenta de que la habitación estaba bañada por la luz suave de la mañana. Parpadeé varias veces, tratando de despejarme. A mi lado, Seth aún dormía profundamente. Me removí en la cama, sin querer levantarme, disfrutando de la tranquilidad del momento.

Fue entonces cuando escuché susurros provenientes de la puerta entreabierta. Al principio, pensé que los estaba imaginando, pero cuando agudicé el oído, pude distinguir claramente las voces.

—Míralos... —susurró una voz masculina que reconocí al instante, era Magnus.

—Esto es demasiado lindo —respondió otra voz, que era inconfundiblemente la de Gwen. —Déjame tomar una foto.

Con el corazón latiendo más rápido, giré lentamente la cabeza hacia la puerta y los vi. Magnus, Leah y Gwen estaban de pie en el umbral, observándonos con sonrisas divertidas en sus rostros. Gwen levantó su teléfono y, antes de que pudiera reaccionar, el flash iluminó brevemente la habitación.

—¡Gwen! —protesté en un susurro urgente, tratando de no despertar a Seth.

Seth se removió al lado mío, entreabriendo los ojos y parpadeando confuso. Cuando vio a su hermana y a los demás, soltó un suspiro y se frotó los ojos.

—¿Qué están haciendo aquí tan temprano? —preguntó con voz ronca por el sueño.

—Como no llegaste anoche a casa mama me mando a buscarte y por obvias razones sabia que ibas a estar aquí metido —respondió Leah.

Magnus asintió con una sonrisa.

—Lo siento, no queríamos despertarlos —dijo él pasando una de sus manos por la cintura de Leah y pude notar como ella se ponía roja.

Me senté, sintiéndome un poco avergonzada pero también divertida por la situación.

—Podrían haber tocado la puerta antes de entrar.

—Lo siento, pero esto era demasiado bueno para dejarlo pasar. Además, ¡miren lo linda que quedó la foto! —Gwen se encogió de hombros, aun con el teléfono en la mano—. ¡Ahora tengo otra foto para mi colección!

Seth sacudió la cabeza, aunque no pudo evitar sonreír.

—Bueno, ya que estamos todos aquí, ¿qué les parece si desayunamos todos juntos? —Gwen guardó su teléfono y se unió a nosotros.

Miré a Seth, esperando ver si él quería ir. Él me devolvió la mirada y luego sonrió, asintiendo levemente.

—Sí, me parece una buena idea —dijo Seth, mirándome con ternura—. ¿Tú qué dices?

—Claro, me encantaría —respondí—. Pero los alcanzamos abajo.

Gwen, Leah y Magnus asintieron, comprendiendo la necesidad de darnos un momento a solas. Con sonrisas cómplices, salieron de la habitación, dejando la puerta entreabierta. Me volví hacia Seth, que seguía acostado ahora viendo el techo.

Lo observé por unos segundos. Por alguna razón tenía esa necesidad de simplemente lanzarme sobre él y olvidar todos mis problemas por un momento. La paz que irradiaba su presencia era innegable, y me sentí atraída por alguna razón que no entendía.

Sin pensarlo demasiado, me dejé caer suavemente sobre él, apoyando mi cabeza en su pecho. Seth soltó una risa baja y envolvió sus brazos alrededor de mí.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó, aunque su tono estaba lleno de calidez y de cierta forma algo de nervios.

—No lo sé —murmuré.

Sentí su mano acariciar mi cabello, y me relajé aún más contra él. Permanecimos así en silencio y disfrutando de la cercanía.

—¿Dormiste bien? —preguntó él en un susurro.

I'm back bitches/Seth clearwater.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora