Capitulo 9

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Me daba rabia que Isabella fuera tan interesada, se nota desde lejos que solo los quiere para ser inmortal. Le gusta la atención y en su casa nunca le dieron atención, y ahora que se la dan los Cullen y Jacob, se cree importante. Pero es un ser humano despreciable, no le gusta Jacob, pero le gusta gustarle.

Puse los ojos en blanco. Tenía que despejar mi mente, así que decidí caminar hacia la cabaña. El entrenamiento estuvo bien, pero Isabella... hice una mueca. Bueno, al menos fueron los metamorfos. Ahora debería llamar a Davina o a Hope para que investiguen el asesino de mis padres. Apreté mi mano en forma de puño y sentí chispitas en mis manos. En ese momento escuché pasos detrás de mí. Volteé rápidamente.

—Seth, me asustaste —me mantuve en mi lugar, pero algo me decía que me acercara.

—Perdón, pero se te veía enojada. Vine a saber si estabas bien —tartamudeó, sonrojado.

—Estoy bien, solo que Isabella me saca de mis casillas —sonreí—. ¿Y tú, aprendiste algo? —pregunté.

—Estoy bien, gracias, aunque me quedé con la duda de cómo sabes tanto —me quedé quieta, no sabía si contarle o no. Pero sentía una conexión con el chico que me decía que confiara en él, y una parte de mí me pedía a gritos que me acercara.

—¿Sabes de algún lugar donde podamos hablar más privado? —pregunté. Seth se quedó pensando.

—Sí, conozco un lugar. El acantilado es muy bonito, ¿quieres ir? —asentí con la cabeza—. Yo te llevo. —Seth corrió y se escondió detrás de los arbustos, transformándose antes de acercarse a mí. Contemplé su forma de lobuna; era más pequeño que el resto, pero supongo que era por ser el más joven de todos, y su pelaje era amarillo pálido como la arena.

—No, Seth, yo puedo ir detrás de ti —insistí, pero Seth me siguió mirando y noté un brillo en sus ojos—. Está bien, pero deja de mirarme así. —Me subí al lomo de Seth y me sostuve bien para no caerme—. Si me caigo y me ensucio, es tu culpa, Seth. —Volteó a verme de reojo y pude ver cómo me sonrió mostrándome sus dientes antes de echarse a correr.

Sentía el viento en mi cara. Esto era lo mejor; amaba correr, aunque esta vez no era yo quien corría... Era la primera vez que montaba un lobo así. Este bosque era muy bonito y tenía muchas criaturas. Seth se detuvo y yo me bajé de su lomo para que él se fuera a vestir detrás de un árbol.

—¿Seth y el acantilado? —la verdad es que no veía ningún acantilado.

Seth salió de detrás del árbol—. Es por aquí —me guió.

—Wow —llegamos y se podía ver perfectamente la playa. El mar se veía divino.

—Es divino, ¿verdad? —dijo, sentándose en la orilla.

—Sí, además ya no es común encontrar tierras santas —dije, sentándome a su lado.

—¿Tierra santa? —me miró, confundido, arrugando la nariz.

—Sí, tierra santa. Es cuando los humanos no han destruido un lugar que naturalmente tiene magia. Normalmente son bosques que son talados o donde tiran basura.

—Así que esto es tierra santa —asentí.

—Sí —miré el mar—. Ahora dime tu duda —le sonreí y él se puso rojo.

—Ehm, quería saber por qué sabes tanto de peleas y esas cosas —preguntó, apenado, rascándose la nuca con nervios pero intentando ocultarlos. Era tierno.

—Es mi trabajo —lo miré—. Viajo por el mundo para mantener el mundo sobrenatural en el anonimato, y a veces ellos no quieren colaborar, así que toca por las malas.

I'm back bitches/Seth clearwater.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora