I'm back bitches/Seth clearwater.

Capitulo 11

Hoy es el día en que Victoria dejará de existir. Dios, son las 9 de la mañana y ya estoy bastante irritable. Estábamos Edward, Jacob e Isabella otra vez. Isabella se cortó el dedo y está embarrando su sangre por ahí; Edward va detrás de ella como un perrito. Puse los ojos en blanco, ¡qué patético!

—Estás exagerando —declaró Edward. Puse otra vez los ojos en blanco, como si se pudiera desangrar por el dedo.

—Si es lo único que puedo hacer, lo quiero hacer bien —confesó Isabella mientras lanzaba una miradita a Jacob. Dios, si quieres ayudar, córtate el dedo y ya. Edward mira el dedo de Isabella.

—Estoy bien, no quiero incomodarte —expresó la siempre amable Isabella Swan.

—No me molesta —confiesa Edward. Puse otra vez los ojos en blanco. Si fuera tu compañera, debería atraerte mucho su sangre, también sexualmente... Pero sigue caminando y no le atrae su sangre, interesante. Conozco varios vampiros donde el aroma de su compañero humano, tanto como su sangre y su persona, por así decirlo, los atrae más a ellos que su propia sangre. Realmente no quiero escuchar la conversación de esos dos.

De un salto me subí a un árbol y me senté en una rama. El paisaje es divino.

—No estás usando tu anillo —escuché decir a Edward. ¿Dijo anillo? Espera, ¿cómo que anillo? ¿Edward le pidió matrimonio a Bella? No... No creo... O sí. Ay, dios, Marbella.

—No quería perderlo —murmuró Bella. Ay, dios, no le cree nadie. No quieres que te vean el anillo. Una chica de 17 o 18 años, comprometida con un vampiro de unos 300 años más o menos. Pedófilo, eso es lo que es Edward.

—¿O que Jacob los vea? —insinuó Edward. Ja, pobre Edward, creo que acertaste.

—Creo que deberíamos esperar después de la batalla —sugirió Isabella. Puse los ojos en blanco.

—Si cambiaste de opinión...

—No —interrumpió Bella. Esto me confirma todo, si se van a casar... Se va a arrepentir.

—¿Quién va a cambiar de opinión? —preguntó Jacob en su tono arrogante. Este triángulo amoroso es más entretenido que las telenovelas mexicanas. ¿Quién ganará el amor de Isabella? ¿El hombre sin camisa, alias Jacob, o el vampiro pálido y sexy con cara de constipado? Lo sabremos en el próximo episodio. Me reí, realmente esto podría ser una buena telenovela.

—Espero que nadie —respondió Bella, con una de sus caras.

—Alice dice que se aproxima una tormenta —informó Edward. Miró a Isabella y luego a mí.

—No creo que una tormenta nos afecte tanto, o bueno, al menos a mí —dije mientras miraba a Bella con suspicacia.

—Creo que deberíamos irnos —dijo Isabella mirando al suelo.

—Nos vemos en unas horas —se despidió Edward, dejando un beso en la frente de Bella. Miré de reojo a Jacob y tenía una expresión celosa. Esto es mejor que una telenovela. Jacob y Bella se van corriendo... Quedamos Edward y yo. Edward me mira como si no supiera qué decir.

—Corre, vamos donde tenemos que ir, yo voy detrás tuyo —dije. Edward salió corriendo por la montaña y yo me fui detrás de él con mi súper velocidad.

...

—Dios, ellos demoran demasiado —me quejé.

—Ya no tardan —dijo Edward, parado en el borde de la montaña, quieto y en un tono frío e incómodo.

—Hablas de Victoria como si la conocieras —pregunté sigilosamente.

—La conozco —respondí—, más de lo que a mí misma me gustaría —confesé. Edward me miró y luego volvió a mirar al vacío de la montaña.