Un amor de dos Slytherins [Draco Malfoy] / TERMINADA

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✨Nota medianamente importante al final✨
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NARRADORA POV

Allison trataba de concentrarse en el libro que tenia frente a ella, pero era algo imposible por todo el jaleo que había en aquella clase. Las personas a su alrededor hablaban en un tono de voz demasiado alto, algunas chicas hacían figuras de papel que hechizaban para que se pudieran mover.

A aquella figura le disparaban todo tipo de cosas con un tirachinas, a la vez que le daban golpes. Pero, ese trozo de papel fue quemado, y cayo en la mesa de la rubia.

La pequeña de los Avery cerro su libro enfadada, y miro el ahora papel quemado.

— Buenos días, chicos.— la mujer completamente vestida de rosa, sonríe mientras camina frente de la clase.

La pequeña charla que aquella mujer dio, fue ignorada por Allison, que siguió leyendo su libro bajo la mesa. Le daba igual lo que el sapo rosa le dijera, o eso hasta que menciono el tema.

— La muerte de Cedric Diggory fue un trágico accidente.— la silla en la que la rubia estaba sentada junto a Draco, salió disparada hacia atrás. Suerte y que estaban en ultima fila.

— Por hay no paso.— la chica miro de la peor manera a la mujer. Si las miradas mataran, Dolores Umbridge estaría enterrada sesenta metros bajo tierra.

— Señorita Avery, ¡siéntese!— la mujer grito hacia la chica, señalándola con la varita.

— No voy a obedecer a una persona que me dice que mi mejor amigo a muerto por un ¨trágico accidente¨— dice haciendo comillas con sus dedos, imitando la voz de la profesora.— Te crees, ¿Qué me vas a negar a mi una cosa que he visto  con mis propios ojos? la respuesta es no.

— Esta castigada señorita Avery, junto al señor Potter.— la mujer a punto de perder la paciencia se da la vuelta, jugando con su varita.

Los puños de Allison crujieron a sus lados, haciendo sonar los dedos. Draco la miro de reojo, sabiendo lo que estaría pensando. Sabia lo que iba a hacer, y no la pensaba retener.

— ¿Tenemos que creer las palabras del ministerio porque vosotros nos lo digáis?— los que se había girado para mirar a la profesora, se volvieron a girar hacia la rubia.— Puede que con un niño de once años cuele, pero en nosotros no. Sabemos la mierda que esta pasando allí fuera, profesora.— la burla era notaria en aquella ultima palabra. Y toda paciencia que Umbridge tenia acabo cuando Allison formulo las siguientes ocho palabras.— El cobarde amenaza cuando esta a salvo.

— ¡Salga de mi clase ahora mismo!— grito fuera de si, dándose la vuelta completamente roja por la ira.

La rubia cogió su libro bajo la mesa, y salió por la puerta sin mirar atrás. Una vez fuera avanzo por los pasillos, hasta acabar frente a la puerta del despacho de su jefe de casa. Toco un par de veces, y Snape le abrió segundos después.

— No entiendo porque me has dado este libro.— Allison se lo lanza a la mesa mientras se cruza de brazos, mirando a su profesor con fastidio.

— Realmente me han pedido que te lo de.— habla Snape segundos después, tachando con su pluma una hoja de pergamino completo.