Un amor de dos Slytherins [Draco Malfoy] / TERMINADA

- 43 - Final parte II

ALLISON POV

Si a mi me llegan a decir, que iba a poder ver a Draco Malfoy y a Harry Potter en la misma habitación, quizás, y solo quizás, podría arrancarme los ojos.

Todos se callaron cuando el pequeño rubio comenzó a llorar sin timidez, haciendo que yo me ría casi sin ganas y que mi ahora esposo lo cargue entre sus brazos.

- ¿Qué hago?.- hizo un puchero mirando al bebe, haciendo que Ginny, Hermione, Pansy y yo nos riamos, causando las quejas de Harry, Ron, Theo y Blaise.

Alcé mis brazos en alto, y me dio al pequeño Scorpius con mucho cuidado. En ese entonces el niño se calló, volviendo a entrar en un profundo sueño.

- No es listo ni nah.- no pude evitar reír ante aquello.

¿Qué que pasó después de mi desmayó? Solo fue un gasto de energía, llevaba meses sin alimentarme y un hechizo tan grande como el de traer a la vida a alguien es mucho gasto.

El ministerio de magia decidió perdonarnos nuestros delitos, tanto a Draco como a mi, al igual que a algunos de nuestros padres. Lucius Malfoy no tuvo esa posibilidad, muchos años mintiendo sin razón no lo libraría de todo aquel daño que una vez hizo.

Ambos terminamos los estudios y nos metimos al ministerio, yo en el antiguo puesto de mi padre, y Draco en el antiguo puesto del suyo.

Tras casarnos un 27 de julio, me di cuenta de que estaba embarazada, y que íbamos a tener un descendiente que llevase el apellido Malfoy y Avery, y así fue; Scorpius Hyperion Malfoy Avery, hijo de dos grades magos que han marcado la historia de alguna manera.

Tras años de desgracia la vida nos estaba sonriendo, por fin pudimos vivir juntos, sin problemas ni magos tenebrosos que causara otra guerra mágica. Por fin era feliz junto al hombre que llevo amando toda mi vida.

Al igual que el tiempo pasaba de color de rosa, los años comenzaron a pasar, y aquel bebe que una vez fue, Scorpius comenzó a crecer, y con ello, su cumpleaños numero 11.

- ¡Mama! ¡Ha llegado!- miré a Draco con una gran sonrisa, mientras observaba a nuestro pequeño entrar con ilusión en el salón de la casa.

- Pues ya sabes querido, debemos ir al callejón diagon para coger tus cosas.- aquel pequeño era luz.

Podía ver la viva imagen de Draco en Scorpius, pero nosotros lo estábamos criando de buena manera, sin odio a los muggles ni a los sangre sucia; nuestro hijo estaba creciendo como un hijo feliz, sin miedo a sus padres.

- Como quedes en Gryffindor te desheredo.- le pegué una colleja en la nuca al mayor, haciendo que el pequeño le saque la lengua.

- ¿Me acabas de sacar la lengua?- y como perro y el gato, uno salió corriendo detrás del otro mientras reían.

Esa escena quedó grabada en mi mente, por lo que saqué aquel recuerdo con la varita y lo metí en un pequeño frasco, para después meterlo en un cajón bajo llave encima de la televisión muggle.

Esos dos hombres eran lo que me mantenían cuerda al mundo, ya que a día de hoy seguía teniendo pesadillas, Draco conseguía calmarme cuando me despertaba de madrugada.

- Es que, yo te quiero como mi mujer...- escuché que cantaban en mi oído, sacándome una gran sonrisa.- Realmente eres todo lo que alguna vez soñé, Allison.

- Tu eres más de lo que una vez soñé.- escuchamos una arcada que venia de abajo, y nos encontramos al pequeñín mirándonos con asco.

-Será envidioso el niño.- puso un puchero mientras lo cargaba, y no pude mas que negar con la cabeza

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No pude evitar llorar viendo como Scorpius llevaba su carrito por el anden 9 y 3/4, sin duda aquel niño es la cosa más bonita que jamás pudimos tener.

- A penas ha sacado algo tuyo.- miré a Ron con mala cara, mientras le sacaba el dedo y su mujer le pegaba.

- ¿Y la pregunta?- el pelirrojo se calló con fastidio, mirándonos con rabia.

- Una nueva generación.- Harry habla mirando a nuestros hijos sentados en el mismo vagón.

- Y tanto, Potter.- mi mirada se ilumino al ver a mi hermano venir junto a su novia. La chica nos miró con timidez, y solo pude mirarla con pena.

- Astoria, el pasado, pasado es.- la chica asintió con pena, mientras miraba a mi hermano con una sonrisa.

- ¡Tía Alli-oli!- fruncí el ceño mientras miraba a mi sobrina abrazarme con fuerza, haciendo que todos se rían por el apodo.

- ¿Qué te dije de ese nombre?- la pequeña hizo un puchero mientras se despedía de sus padres y corría al interior del tren, que estaba a segundos de salir.

Y así fue, segundos después el Hogwarts Express salió rumbo a nuestro antiguo hogar.

Una nueva generación iba a comenzar. Aquellos niños que tenían nuestra sangre iban a experimentar las mismas aventuras que nosotros, incluso mas. Tendrán que luchar ellos solos contra adversidades que nuestro mundo les pondrá, pero, así es la vida ¿no?; a veces se gana, y a veces se pierde, pero siempre hay que luchar, mirar hacia delante y con las personas que mas quieres luchar por lo que crees.

Sin duda Hogwarts es y será el lugar en el que he conocido a las personas que hoy en día son parte irremplazable de mi vida.

Que haya conseguido acabar con Draco era algo escrito en el destino, y se que a nuestro pequeño le tocará una historia de amor. Pero bueno, lo de Draco y lo mio, despues de todo, fue Un amor de dos Slytherins, una historia que jamas se podrá repetir.

Por suerte, ya no hay guerras, ni conflictos mágicos, el mundo ya es un sitio normal en el que poder vivir, ¿o quizás no?

[N/A]:

Años han pasado... madre mia, ya tengo 18 años, en segundo de bachillerato y en meses voy a la universidad.

El final de esta historia... ya puedo decir que esta terminada, despues de casi 5 años esta historia que tantas vueltas ha dado esya acabada.

Os quiero, hasta a las lectoras fantasmas. Esta historia ha tenido bastante apoyo para ser una historia escrita por una niña de apenas 12 o 13 años. Os lo agradezco, d verdad que lo hago:)

Este final es interesante jsjsjs quien sabe, segunda parte? Nosesabe:)

Hasta luego,  Baes🫶🏻