Capítulo 45.

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Mi corazón y mi cuerpo se paralizan al unísono mientras trato de buscar a Anthony con la mirada sin moverme de mi sitio. Me recorre un aire frio que me hace estremecer y, sea producto del shock o no, todo mí alrededor se tambalea. Aprieto con fuerza mis ojos en un intento de calmar la sensación de mareo y cuando los abro parece que me hubiera teletransportado a otro tiempo y lugar. Cuando veo el escenario desde otra perspectiva me doy cuenta que estoy en un vívido recuerdo en una carretera.

Recuerdo como si fuera ayer cuando te cantaba melodías para que pudieras dormir, ¡Tenías solo meses! — La risa de mi padre es contagiosa y me río con el sin dejar de mirar mi guitarra nueva. — Veo que te ha gustado tu regalo, Lily.

¡Claro que sí! ¡Es la mejor guitarra del mundo! — Sonrío ampliamente y dejo de observa fijamente mi nuevo artefacto para ver por la ventana.

Escucho más anécdotas mientras los árboles pasan y pasan, mi padre y yo nos reímos por uno de sus típicos comentarios hasta que el deja de reír bruscamente lo que me hace girar mi cabeza y fruncir el ceño.

¿Papá? — Sin dejar de mirar al frente estira su mano y corrobra que tenga puesto el cinturón de seguridad.

El ruido del motor de un auto llama mi atención y desvío mi mirada hacia afuera una vez más. Por el espejo retrovisor de mi lado veo como el auto azul toma velocidad y se posiciona detrás del nuestro.

No tengas miedo, cariño. — Él también espía por su espejo y agarra con más fuerza de la necesaria el volante. — Te amo, Lily, no lo olvides jamás.

¿Qué pasa?

Los latidos de mi corazón retumban en mis oídos y mi respiración comienza a fallar. Mis ojos se llenan de lágrimas y, al verme, papá traga saliva.

De la nada, un auto blanco viene frente a nosotros en contramano y papá volantea para tratar de esquivarlo pero el otro se mueve también en un intento de impedirnos el paso.

Temía que algo de esto pasara. — Murmura. — ¿R-recuerdas el último poder que estuvimos practicando?

¿Congelar el tiempo? — Asiente con firmeza.

Cuando yo te diga quiero que lo utilices, solo sal del auto y no te preocupes por mí.

Pero...

No lo has practicado lo suficiente, debes hacer lo que te digo, Emily. — Me mira con cariño. — Mi destino ya está marcado así.

Aun sin entender lo que ocurre, asiento con mi cabeza una y otra vez. Los autos nos alcanzan y comienzan a golpear con nuestros costados. Se me escapa un gritito y papá toma mi mano, me sonríe y suspira. Son solo segundos, pero una luz frente a nosotros me ciega y cierro mis ojos por la molestia.

Hazlo ahora, Lily. — Su voz suena tan firme que me sorprende y hago lo que dice de manera inmediata.

Cuando abro los ojos no vuela ni siquiera un insecto, todo está tan calmo como el agua. Me apresuro para salir del auto y corro hasta el estado de la carretera, en el pastizal, tratando de refugiarme. El auto de papá está en el medio mientras el coche azul se encuentra detrás y el blanco adelante, encerrándolo. Todo comienza a balancearse y tapo mi rostro con mi brazo al darme cuenta que en segundos todo volverá a la normalidad. Mi cuerpo tiembla sin control y cuando escucho un fuerte impacto comienzo a sollozar. Saco mi mano temblorosa de mi cara y mi labio inferior cae hacia abajo cuando veo las condiciones de los autos: Nuestro auto rojo está casi completamente destrozado al igual que los otros dos.

Emily (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora