Capítulo 30.

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Tal y como lo había pedido, Violet me dejó tranquila por los siguientes dos días de su estadía. Pensaba que con la distancia iba a estar más calmada, pero me sentía demasiado inquieta y tanto Ethan como Mackenzie notaron que algo me ocurrían. Lo notaba en el rostro de ambos, siempre tan expresivos, que se morían por preguntarme qué ocurría por más que salía con la típica excusa de que no ocurría nada.

Mack mueve sus pies con impaciencia mientras bebe de su jugo. Ethan toma su mano y la acaricia para tranquilizarla lo que funciona, pero solo por unos minutos.

  — Emily Thompson, te conozco como la palma de mi mano y sé que algo pasa contigo. Soporté dos días enteros sin preguntarte al respecto pero ya no lo aguanto más.

  — Algo te preocupa, Em. — Dice el novio de mi amiga. — Sabes que puedes confiar en nosotros para lo que sea.

Suelto un largo suspiro observando a ambos, los cuales me miran con más atención de la requerida.

  — A veces odio que me conozcas tanto, Book. — Con disimulo, miro hacia mis costados. — Si ocurrió algo, pero no puedo decírselos aquí.

  — En tu casa, ¿Cierto?

  — Esta vez no, Ethan. Tendré que decírselos en otro lugar.

  — ¿Qué tal en mi hogar? Mamá y papá tienen una cena importante hoy, no estarán mucho tiempo en casa.

  — ¿Eso quiere decir que hoy conoceré a tus padres? — Ethan palidece y traga saliva con fuerza. — Ellos aún no saben lo nuestro, ¿Verdad?

  — No exactamente, pero mamá ha notado que estoy diferente.

  — Quizás el problema de ustedes ahora es más grande que el mío. Pensé que los padres de ambos ya sabían de su relación.

  — Todavía no. — Dicen al unísono.

  — Las últimas semanas han pasado tan rápido que no nos dimos cuenta que se nos pasó ese hecho por alto. — Mack hace una mueca después de hablar. — Iré a cenar con los padres de Ethan en una semana, pero él le tiene tanto miedo a mi padre como para decirle que está saliendo conmigo.

  — ¡Eso no es cierto! — Las mejillas de toman un leve color rojizo. — N-no le tengo miedo sino respeto, lo cual es muy diferente.

  — Claro... — Murmuro levantando las cejas, haciendo reír a mi mejor amiga.

Luego de unos minutos en donde Ethan y Mackenzie debatían si era el momento correcto para confesar que son pareja ante los padres de mí mejor amiga, un fuerte dolor de cabeza hizo su acto de presencia dejándome con un mareo fuerte. No es la primera vez en estos días que ocurre, pero se hace más fuerte a medida que aparece.

Ethan nota que algo anda mal cuando me agarro fuertemente de la mesa viendo como todo a mí alrededor gira sin control alguno.

  — Chicos, no me siento muy bien.

Es lo último que digo antes de que mi visión se torne completamente negra y pierda la consciencia.

(...)

Cuando abro los ojos, pienso que pasaron solo unos cuantos minutos, sin embargo, cuando me encuentro con las paredes blancas del cuarto de la enfermería del colegio, sé que ha pasado mucho más tiempo.

Me siento con cuidado y observo mí alrededor. La habitación es pequeña por lo que solo hay una camilla y una pequeña silla a mi lado. Mi mirada cae en allí, esperando ver a alguien ocupándola, pero no es así. Vuelvo a acostarme sin saber exactamente en qué momento me trajeron y quiénes, aunque deduzco que mis amigos.

Emily (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora