EMILY.
Trato de concentrarme lo más que puedo. Hago tronar mis dedos y estiro mi brazo completo frente a mí mientras cierro los ojos y controlo mi respiración.
— Eso es, Emily. — Escucho la voz de Melanie detrás de mí. — Relájate y deja que tu mente trabaje por ti, puedes hacerlo.
Visualizo el libro en tapa dura de mi mejor amiga en sus manos e imagino como lo transporto hasta mí.
Nos encontramos en el patio trasero, practicando mi manejo de mis poderes. Melanie y Violet son mis instructoras mientras Ethan, Mackenzie y Noah ayudan en todo lo que pueden. Aprovechamos que Leo y mis padres salieron hace dos horas e intentamos perder el menor tiempo posible en trasladarnos afuera y llamar al resto.
Abro mis ojos recién cuando siento mi mano pesada y sonrío ampliamente al ver que sostengo el libro. Todos aplauden y hago una leve inclinación.
— ¡Excelente! Cada día hay más progresos. — Menciona la prima de Leo acercándose y dándome una palmada en mi hombro derecho. — Solo tardaste veinticinco segundos, mucho mejor que la vez anterior. — Apaga la pantalla de su celular y lo guarda en el bolsillo trasero de su pantalón. — Aunque, es notorio que el poder que más manejas es el metamórfico.
— ¿El qué? — Frunzo el ceño e inclino mi cabeza.
— Cambia formas. — Dicen Ethan y Mackenzie al unísono lo que los hace mirar al suelo y no volver a decir una palabra más. Ambos se encuentran en los dos polos opuestos del patio pero, aun así, no pueden dejar de mirarse de reojo en algunas ocasiones.
Escuchamos un auto estacionarse y todos los que estaban sentados en el suelo se levantan con rapidez para volver a entrar a casa y no generar sospechas de nada. Soy una de las últimas en entrar por lo que logro ver como Noah intenta acercarse alegremente a Violet pero esta parece evitarlo a toda cosa y vuelve a acercarse a mí.
— Necesito hablar contigo sobre algo muy importante. Lo descubrí ayer y no podré soportar más tiempo sin decírtelo, es realmente imprescindible que lo sepas.
— A veces usas palabras tan extrañas... — Entrecierro los ojos. — Está bien, ¿Quieres que vayamos a algún lugar en especial?
— Yo iré con ustedes. — Noah entra a la escena y se mete en la conversación sin perder su sonrisa. — Después de todo también estoy al tanto de lo que debes decirle.
— Bien, no creo que pueda hacerlo sola de todos modos. — Hace una mueca y baja la mirada para no observar a mi amigo. — Nos vemos en el centro comercial en tres horas, es importante que estés ahí. — Menciona rápidamente antes de caminar con paso apresurado y dejarnos a Noah y a mí atrás.
— ¿Está todo bien entre ustedes?
— Eso creía ayer. — Encoge sus hombros y suspira con pena.
— Todos están con el corazón roto, lo siento mucho. — Lo abrazo.
— Creo que ella es demasiado para mí. — Susurra con tristeza.
— ¡Noah! No digas algo así. — Me separo de él y golpeo su hombro. — No vuelvas a pensar eso, tonto. Nadie es demasiado para nadie.
— Dejaré de insistir con Violet. — Vuelve a hacer una mueca con sus labios. — Si ella no quiere algo conmigo no la obligaré, si siente algo por mí luchara por nosotros o al menos lo intentará.
— Todo saldrá bien, tranquilo.
Entra a casa cabizbajo y ahora si quedo completamente sola en el patio trasero. Unas voces llaman mi atención y no puedo evitar acercarme a escuchar lo que ocurre. Me oculto detrás de la pared de casa ya que desde mi posición puedo escuchar perfectamente la conversación entre mi hermanastro y una chica de cabello azul frente a mi casa. Sé que escuchar conversaciones ajenas es uno de mis defectos pero es algo que por más que intenté cambiar no pude, recuerdo que mi padre siempre me regañaba por ello.
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Emily (en edición)
FantasyEmily Thompson se describe a sí misma como una chica normal. Una chica normal que no puede olvidar su dura y trágica infancia, claro. Ha sufrido demasiado y no está lista para enfrentarse a cosas peores. Sin embargo, la vida a veces puede ser un poc...